La boxeadora colombiana fue a Tokio 2020 en busca de la medalla dorada que le permitiera dos cosas: comprarle una casa propia a su familia y poder costear la operación de su padre.
La boxeadora entristeció a todo un país cuando perdió su combate en la categoría de 57 kg ante la filipina Nesthy Petición, y declaró que quería ganar una medalla olímpica para poder operar a su padre Luis Arias de un déficit neurológico que le impide caminar hace mucho tiempo.
El nuevo ministro del deporte, Guillermo Herrera, el gobernador de Risaralda, Víctor Tamayo, y el director de la Clínica Los Rosales en la ciudad de Pereira se comprometieron directamente en donar la vivienda y la operación al padre que tanto anhelaba la pugilista colombiana.
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