En Cali, muchos aficionados todavía recuerdan con aprecio las tardes o noches en las cuales podían ir a los estadios con tranquilidad a presenciar un buen partido de fútbol tanto del América o el Deportivo Cali, pero infortunadamente esa cultura se perdió hace mucho tiempo.
Desde hace algunos años los encargados de velar por la seguridad de los asistentes, ya sea en el estadio Pascual Guerrero o en el del Cali en Palmaseca, han restringido la entrada del hincha visitante con sus respectivos distintivos y colores, para evitar inconvenientes antes, durante y después de los partidos.
Debido a estas restricciones, al hincha que viene de afuera o quien es visitante en un clásico vallecaucano le toca asistir sin indumentarias u objetos alusivos de su equipo, y para más seguridad con ropa del mismo color del equipo local. Video: Autogolazo en el minuto 92 de portero que pasó por Tolima y DIM
Pero a pesar de todo esto, en Cali se siguen presentando actos de violencia contra el hincha visitante y desde hace mucho este tema se les salió de las manos las autoridades.
Lo más reciente es que las barras bravas y algunos llamados hinchas, tanto afuera como adentro de los escenarios deportivos, requisan o les hacen ‘retén’ a los que suponen que son visitantes para intimidarlos, golpearlos y robarlos, tal como sucedió en algunas de las tribunas del estadio del Cali en el último clásico.
Para los hinchas que van en paz a los escenarios, estos hechos son lamentables y es inaudito que en pleno 2023 sigan pasando, pues terminan alejando a las familias de los eventos deportivos. Neymar tendrá su propio equipo en la Kings League
Imagen totalmente distinta a lo que aconteció en los otros estadios del país, donde, por ejemplo, Bogotá y Medellín dieron ejemplo de que los hinchas de los dos equipos pueden estar en la misma tribuna sin separación y las barras pueden convivir en el mismo escenario, disfrutando el fútbol en paz.
El jueves pasado, Santiago Cruz, hincha del América, fue hostigado por otro ‘aficionado’ porque no fue con la camiseta del equipo rojo para el juego contra Junior por la fecha 7: “Iba hacia el estadio con mi esposa, tenía una camisa blanca con rayas rojas, porque venía de la oficina, no tenía tiempo para cambiarme y no pensé que fuera importante.
Entrando al estadio por occidental se me acercó una persona de la barra y me empezó a insultar y amenazar por eso”. ¡Goleada monumental! Selección Colombia sub 20 ganó 18-0
Volviendo al clásico, en el Cali el encargado de la logística y seguridad, Jacobo Risueño, no desconoce la problemática que hay y lo que pasó: “Cali tiene un contexto social bien difícil, no es un secreto para nadie, pero que repercute en el colectivo de las barras y sus equipos. No podemos estar matándonos y agrediéndonos porque es fútbol. Sucedieron hechos que son reprochables”.
Pero hay dos razones de peso de por qué a la ciudad no se permite el ingreso de las barras visitantes para el Pascual y en Palmaseca.
La primera es que tanto América como Deportivo Cali decidieron posicionar las tribunas norte para las familias; por ende, no pueden ubicar una barra visitante en ese sector del estadio.
La segunda es que, para recibir a los aficionados de afuera en masa, se necesita un despliegue importante de la Policía Nacional para cuidarlos. ¿No se vio el partido? Vea aquí los goles de Colombia y Japón
Cali es de las ciudades más violentas del país, por lo que las autoridades prefieren reforzar zonas que necesitan ese acompañamiento de las fuerzas uniformadas.