Económica


Juntas de Acción Comunal liderarían Comunidades Energéticas

Conozca la estrategia del Gobierno nacional, a través del IPSE, para llevar energía renovable de fuentes no convencionales a comunidades de difícil gestión.

Al menos 20 mil hogares del país se beneficiarían en el cuatrienio de las Comunidades Energéticas, que impulsa el Gobierno nacional. (Lea aquí: Definidos los ejes de la transición energética del Gobierno Petro).

Esta son definidas como “una estrategia que busca facilitar la asociatividad entre personas naturales o jurídicas en el territorio, alrededor de la generación y comercialización de energía, para estimular especialmente los proyectos productivos que se puedan beneficiar con el uso de la energía, sobre todo energías de fuentes renovables no convencionales”, precisa Javier Campillo Jiménez, director del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE).

400.000
millones de pesos es la adición presupuestal que se espera para este año para el desarrollo de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable, a través de Fenoge e Ipse.

“Con ello se busca fomentar la penetración de tecnologías renovables, pero no como un fin, sino como el medio para el desarrollo que permita un acceso democrático a la energía que es lo que permiten las fuentes no convencionales de energía”, señaló el funcionario.

Agregó que es una estrategia nacional que antes de su implementación tendrá varios pilotos, cuatro de ellos en Cartagena. “Ya tenemos varias comunidades energéticas. Algunas se han dado naturalmente y se usan como modelos y otras que se estimulan en las ciudades y en zonas no interconectadas. En Cartagena se trabaja de la mano con Ecopetrol, Usaid, Afinia, entre otras entidades, para iniciar piloto en 4 comunidades. Se hacen estudios de casos para poder arrancar. El estudio dirá cuántas son viables. Igualmente habrá pilotos en otras regiones del país”, dijo Campillo.

Estas Comunidades Energéticas’ pueden ser parques solares comunitarios que inyecten energía, que ayudarán a mejorar y regular la calidad de la energía en zonas con infraestructura eléctrica precaria o subnormal.

Las Juntas de Acción Comunal (JAC) podrían tener la administración, operación y mantenimiento de la infraestructura. También podrían hacer el recaudo por la prestación del servicio y los entes de control ejercerían la supervisión, en este caso la Superservicios, por ser un servicio público.

¿Qué pasa con el operador de red?

Los operadores de red de cada zona donde operen estas Comunidades Energéticas tendrán con esta estrategia una nueva oportunidad, ya que muchas de estas zonas son zonas de difícil cobro. Ellos pueden poner parte de los recursos de los proyectos, para mejorar la calidad de la energía. Es un gana a gana.

Un porcentaje de la energía que se requiera se deberá surtir de fuentes de energía renovable no convencionales. En algunos casos podría ser un autogenerador comunitario que cubra el 100% de la demanda de cada comunidad, pero van a estar conectados a la red para poder tener un respaldo y tener estabilidad en el sistema, precisó Campillo.

El reto no es tecnológico, ya existen opciones. El asunto es generar un modelo participativo donde la comunidad toda esté involucrada, con un nivel de auto organización que permita administrar la infraestructura, pero que además genere un modelo financiero rentable”:

Javier Campillo Jiménez, director del IPSE.

Añadió que “el reto no es tecnológico, ya existen opciones. El asunto es generar un modelo participativo donde la comunidad toda esté involucrada, con un nivel de auto organización que permita administrar la infraestructura, pero que además genere un modelo financiero rentable. La administración puede ser de las Juntas de Acción Comunal, que serían capacitadas desde el Grupo de Prestación de Servicio de IPSE”.

Otros detalles

Por ahora, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) especifica la definición de las Comunidades Energéticas y se espera generar un marco regulatorio que habilite este esquema y un modelo que estimule las alianzas populares-privadas y público-populares. Para llegar a esta estrategia se han estudiado modelos europeos y estadounidenses.

Según el director del IPSE el nuevo modelo representaría un ahorro importante en el costo del kilovatio /hora.

El modelo de las Comunidades Energéticas también contempla que cada usuario tendrá su medidor bidireccional para saber cuánta energía entra y cuánta se consume. “Sin medida no hay control. El medidor es de cada usuario”, dijo el funcionario.

Por lo pronto hay gran interés en esta estrategia. Para este año el IPSE espera poner en marcha 4 Comunidades Energéticas; mientras que hay gran interés del sector privado. Usaid tiene 9 comunidades energéticas que arrancarían este año en distintas regiones del país.

Los operadores de red de cada zona mantienen la infraestructura de distribución, no obstante, las Comunidades Energéticas podrían contratar la energía de respaldo que requieran con un operador de otra zona. Todo eso se prevé en la reglamentación. (Lea aquí: Baranoa consolida al Atlántico como gran centro de energías renovables).

EN EL PND

En el Plan Nacional de Desarrollo (PND), aprobado el pasado 5 de mayo, se indica que “los usuarios o potenciales usuarios de servicios energéticos podrán constituir Comunidades Energéticas para generar, comercializar y/o usar eficientemente la energía, a través del uso de fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER), combustibles renovables y recursos energéticos distribuidos.

Las Comunidades Energéticas podrán ser conformadas por personas naturales y/o jurídicas. En el caso de las personas naturales y de las estructuras de Gobierno Propio de los Pueblos y Comunidades Indígenas y de las comunidades campesinas, negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras que se constituyan en Comunidades Energéticas, podrán ser beneficiarios de recursos públicos para el financiamiento de inversión, operación y mantenimiento de infraestructura...”.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS