Hace más de un mes, el Grupo EPM se convirtió el nuevo operador de energía de los departamentos de Bolívar, Cesar y Sucre, ganando 1,5 millones de nuevos usuarios y alcanzando una participación del 35% del mercado energético nacional, lo que ha significado uno de los mayores negocios que se ha dado en los últimos años en Colombia.
Detrás de esta adquisición, se encuentra la firma de servicios legales Baker McKenzie, la cual cuenta con una amplia trayectoria en operaciones de fusiones y adquisiciones en el sector de infraestructura.
Durante el proceso, la firma no sólo apoyó a EPM en las diferentes etapas sino que también contribuyó en la realización de un ejercicio de debida diligencia de Electricaribe, en el acompañamiento a la presentación de los documentos de la oferta y en la revisión y negociación del contrato de compraventa de acciones y todos sus anexos.
Según Andrés Crump, líder del Área de la práctica Fusiones y Adquisiciones de Baker McKenzie, el trabajo, que duró aproximadamente ocho meses, supuso grandes retos a la compañía. “La compleja situación de Electricaribe, la decisión del Gobierno Nacional de dividir los activos en dos compañías, así como la dificultad propia de un proceso de subasta, hicieron que fuese un proceso especialmente complejo”, indicó. A pesar de ello, la adjudicación resultó exitosa.
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