Cuando a mediados de marzo pasado el presidente Iván Duque decretó la emergencia económica como la alternativa para adoptar medidas que permitieran hacer frente a la pandemia del Coronavirus, el gobierno le explicó a todos los estamentos y a los colombianos que esa urgencia se iba a destinar en especial para el sector de la salud.
De ahí que se empezaron a ver medidas para fortalecer los hospitales, la dotación de los insumos médicos necesarios para los trabajadores del sector, a eso se sumaron medidas económicas, educativas, laborales, políticas y hasta judiciales.
La figura a la cual recurrió el mandatario nacional está contenida en la Constitución Política, el estado de conmoción, y que en esta ocasión se configuraba porque era sobreviniente la crisis de salubridad originada por la pandemia. La Carta Política señala que podrá ser declarada hasta por noventa días. Ya la primera se dio por 30 días y en esta segunda se declaró por el mismo tiempo.
Lo particular de esta figura es que durante éste tiempo el jefe del Estado, con el apoyo de los ministros del despacho, podrá adoptar medidas que en periodo normal requieren de la aprobación del Congreso de la República, por medio de las leyes. De ahí que senadores y representantes ya han reclamado asistir al Capitolio Nacional para hacer el seguimiento a los decretos legislativos, que ya son más de 100, los que ha expedido el gobierno.
Entre esas normas el presidente Duque incluso ya creó un impuesto temporal, el que dispuso una contribución especial a los salarios de más de 10 millones de pesos de los altos funcionarios del Estado, comenzando por el mismo jefe del Estado.
El exasesor legislativo Luis Estrada, asegura que en medio de esta conmoción interior, lo que está en deuda aún es que el Congreso se pronuncie de fondo sobre los decretos. “No se puede confundir que el Congreso que porque se han hechos decenas de debates de control político se piense que ya se hizo ese seguimiento. Hay dos comisiones, en Senado y Cámara, que está evaluando el informe que mandó el gobierno sobre la primer emergencia económica, pero no se han pronunciado. El problema es que ya estamos en la mitad de la segunda y nada”.
Frente a la medidas en general, el analista Andrés Fandiño afirma que “en general las medidas han sido acertadas. El país ha entrado en varias fases emocionales, como la primera en la que se pidió el cierre del aeropuerto”. Explica que en medio de esos momentos el gobierno iba adoptando las medidas.
El politólogo Jhon Mario Gonzáles, estima que en el balance igualmente se debe reconocer que en lo positivo está que el gobierno “ha estado presto a activar el aparato del Estado en diferentes sectores sociales”. Resaltó además que Duque, en la adopción de muchos de los decretos legislativo lo hizo incluso por encima de la oposición de sectores de su partido político.
Andrés Fandiño, quien además fue gobernador encargado de Santander al cierre del año pasado, sostiene que en los pendientes que aún tiene la administración nacional es la atención especial y de urgencia que debe dar a los departamentos de Amazonas, Chocó, Guainía y Arauca, en donde los casos de contagio de Coronavirus, se están disparando.
El analista Estrada considera además que en esta segunda fase “si bien el gobierno ha dispuesto de normas como el subsidio a las nóminas de las empresas que se han afectado por la pandemia, debería ser aún más profundo, por ejemplo ser más contundente en el tema de los arriendo, porque ese es un problema que tiene frenado al comercio, entre otros aspectos”.
En lo político, el analista Jhon Mario González, sostiene que “al presidente aún le flata mayor liderazgo, en momentos parece, todas las noches, ser un presentador de televisión”.
El experto en temas de administración pública y director de Biogobierno y Estrategia DC, Diego Corrales, mira las emergencia desde los local y lo regional, es decir lo que tienen que vivir los municipios y departamentos para salir de la crisis que se vive en el momento, la pandemia y sus economías frenadas.
“Las medidas que saca el gobierno les permite a los gobernantes locales y regionales tener un margen especial para seguir manejando el tema de la pandemia con sus posibles consecuencias dependiendo de las necesidades de cada contexto. Hay una cosa muy clave, tiene que venir una fase de acupuntura estratégica, es cada municipio del país, cada territorio, habrá que estudiarlo y tomar las medidas necesarios de acuerdo a lo que éste pasando. No es lo mismo municipio en donde nunca ha llegado el coronavirus a otra gran ciudad, donde hay grandes problemas, cada municipio, cada región debe mirarse en su contexto y ahí las facultades que da el gobierno a los gobernadores y alcaldes, también podrán tomar las decisiones, es un tema como de acupuntura, tomar punto por punto”.
Resaltó también que parte de las medidas que se han tomado, ayudar a redestinar los recursos y hacer traslados, incluso adiciones para atender, de acuerdo a las problemáticas que se tengan.
Plantea además Corrales, que “una segunda cosa y la más importante, es que esta tiene que ser la base para que los gobernadores y alcaldes, empiecen a reactivar la economía, esto les da un amparo legal y las da un impulso jurídico en temas económicos, pero tendrá que ser en gran parte de lo que hagan los mandatarios los que van a poder reactivar la economía”.
El consultor estima que los mandatarios deben ser estratégicos en los tiempos cercanos que vienen, como por ejemplo aprovechar el turismo como una alternativa de reactivación, en particular en el cierre del año, esto porque el turismo al extranjero seguirá muy restringido y serán esas opciones nacionales las que llevarán a los colombianos a viajar.
Para Corrales, quedó claro en medio de la crisis que aún el país está muy lejos de la digitalización de la economía, “este gran salto alrededor de la virtualidad no solo del teletrabajo y la educación, sino también lo económico va ser fundamental para lo que todo esto, muchos de los auxilios que el gobierno no ha podido entregar es que no se tiene un sistema claro de digitalización de la economía”.
Un gran lunar de las medidas, en concepto del abogado Ricardo Burgos, tiene que ver con las decisiones tomadas en cuanto al hacinamiento carcelario, esto porque las cárceles se han convertido en este momento como uno de los principales focos de contagio masivo de la pandemia. Sobre la suerte que podrán tener todas las medidas en su examen ante la Corte Constitucional, el abogado Ricardo Burgos, sostiene que “tenemos una sobrepoblación de 50.000 internos, la solución no fue el decreto que se expidió, el cual tiene mas restricciones sobre la detención domiciliaria que el mismo Código Penal”.
Para Burgos, mientras que en países como España o Portugal se tomó la decisión de excarcelar a más de 10 mil presioneros, en Colombia apenas vamos en poco más de 500 cuando las cifras de los enfermos en los penales ya se dispararon, es decir no se hizo una prevención a tiempo. “Es un decreto que no sirve para nada... esto demuestras la incompetencia del Ministerio de Justicia para encontrar soluciones en éste aspecto”.
Los analistas coinciden en que la última fase de la emergencia económica la deberá aprovechar para disponer de una serie de medidas que lleven a la reactivación, así sea a un costo alto para las finanzas públicas, pero en esta ocasión por encima está la recuperación de millones de colombianos.
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