Cartagena es una ciudad que hoy en día, por su naturaleza, es víctima de una doble amenaza: por un lado, el COVID-19 que ya supera los 1.000 casos; y por otra, el hambre, que en un territorio donde más del 50% de las personas derivan su sustento de la informalidad, es otra pandemia que se expande quizá un poco más silenciosamente que el coronavirus.
Por este motivo, son diversos los gremios que han pedido especial atención a Cartagena en su lucha interna contra el COVID-19, proponiendo incluso que se designe un gerente para tal fin. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) y firme defensor de esa idea, habló con El Universal sobre la importancia que tiene para la ciudad reactivar su economía, de forma que simultáneamente se pueda salvaguardar la salud de los cartageneros y proteger sus ingresos.
Durante esta cuarentena hemos afirmado que la prioridad debe ser la salud, el abastecimiento y el empleo. Son tres aspectos muy relacionados entre sí y sobre los cuales va a seguir girando el desarrollo de las actividades en los próximos meses.
Debemos seguir cuidando la salud y la vida, siendo muy responsables y manteniendo las normas de bioseguridad. El abastecimiento de alimentos y productos ha sido fundamental para el sostenimiento de las familias, y en ese aspecto hay que reconocer el trabajo de toda una cadena productiva que además de abastecernos en este tiempo, ya nos había señalado de qué manera se podía laborar siguiendo protocolos de seguridad.
El empleo es el otro pilar sobre el que hemos enfocado la atención. La mayor preocupación de las empresas es tener liquidez para cumplir sus compromisos en un entorno en el que no reciben ingresos. Uno de estos compromisos es de pago de nóminas y el sostenimiento del empleo. En ese sentido el proceso de reactivación de sectores productivos resulta fundamental para darle oxígeno a la economía de la ciudad.
En una encuesta de la Cámara de Comercio de Cartagena, realizada entre el 20 de marzo y el 11 de abril, se les preguntó a las empresas cuánto tiempo podrían subsistir bajo el supuesto de que las condiciones actuales se mantuvieran. La respuesta en todos los sectores es hasta dos meses.
En esa medida, reactivar la economía paulatinamente, cuidando la salud y bajo los protocolos fijados por la Alcaldía es definitivo para Cartagena.
Este es un proceso que no debe forzarse y que más allá de las medidas que tomen las empresas en términos de bioseguridad, tiene otras implicaciones de coordinación con las autoridades locales, como por ejemplo en el tema de movilidad y logística en general.
En cuanto a otros sectores, vemos que ya se está avanzando en los protocolos para el comercio. Hay fórmulas que se podrían considerar para darle apertura a subsectores, repito con seguridad, para darle más dinámica a la cadena productiva.
No cabe duda que las medidas adoptadas por el gobierno de subsidio a la nómina o el aplazamiento del pago de renta, alivian mucho la carga que tienen en este momento las empresas que deben incurrir con gastos en una situación en la que no tienen ingresos.
El momento que vivimos es único, nos tomó de sorpresa a todos, así que debemos ser muy creativos en encontrar fórmulas que nos permitan salir adelante. Por lo pronto es importante que gradualmente vayan entrando en operación las empresas bajo unas nuevas condiciones de trabajo a las que debemos adaptarnos.
El reto no es solo para las empresas, debemos actuar solidariamente como país. También como ciudadanos debemos ser muy responsables y disciplinados para cuidarnos entre todos y ayudar a que el virus no se propague con tanta fuerza.
Debemos seguir trabajando de forma coordinada con las autoridades nacionales y locales para poder desarrollar las actividades productivas y mantener la economía.
Las empresas son los vehículos que tenemos para generar empleo y por lo tanto ingresos para millones de familias. Se debe hacer todo el esfuerzo para que las compañías puedan sostenerse en esta crisis y salir adelante, en esto el apoyo del Gobierno Nacional es determinante.
El trabajo en conjunto que se continúe haciendo con los alcaldes también es definitivo para seguir encontrando alternativas para realizar la actividad productiva.
Hay que ser conscientes de que esta emergencia sanitaria cambió todo. No hay certeza en que volvamos al momento que vivíamos hace dos meses en el corto plazo, incluso no sabemos si el mundo vuelva a ser igual en la actividad empresarial, los negocios y en general la economía.
Por lo pronto, debemos continuar las tareas que ya estamos realizando, es decir, seguir presentando los protocolos de bioseguridad para que nuevas empresas puedan reiniciar sus actividades.
Es importante la capacidad de adaptación que tengamos a esta nueva realidad y en especial poder actuar rápido. Todos los países estamos en la misma posición, razón por la que también hay que estar atentos a las oportunidades que se puedan presentar.
“Los hechos en Colombia y el mundo nos muestran que el manejo de la situación del COVID-19 requiere total atención. He afirmado que Cartagena debe tener una persona exclusivamente dedicada a ejecutar los programas de índole social y a coordinar el trabajo entre las distintas entidades, entre el municipio y el sector privado, y entre el municipio, la gobernación y la nación.Cartagena tiene un reto inmenso, es una ciudad que depende del turismo y la construcción. Tanto el sector turismo formal como el informal en este momento se encuentran completamente paralizados. La construcción empieza a reactivarse.
También he manifestado que la situación de Cartagena amerita una atención solidaria y ejecutiva por parte del resto del país. La ciudad que tanto orgullo ha producido a todos, requiere del apoyo de todos los colombianos”, expresó el presidente de la Andi.
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