Veinte años después de la muerte de la princesa Diana y de que millones de personas alrededor del mundo fueran testigos de su funeral por las principales calles de Londres, Harry, hijo menor de la difunta, habló con un medio estadounidense sobre aquel día.
La imagen del carruaje donde iba el féretro de Lady Di, mientras que detrás de él caminaban sus hijos William y Harry, de 15 y 12 años respectivamente, se quedó grabada en la memoria de todos los que asistieron o vieron el recorrido hasta la Iglesia y muchos se preguntaron cómo hicieron esos pequeños para ser tan fuertes.
Pues bien, dos décadas después de lo sucedido, Harry reveló lo difícil que fue ese día para él y criticó el hecho de que lo hubieran puesto a caminar detrás de los restos de su madre.
"Mi madre acababa de morir, y yo tuve que caminar un largo recorrido detrás de su féretro, rodeado de miles de personas que me miraban y millones más que lo hacían por televisión. No se debería pedir algo así a ningún niño bajo ninguna circunstancia. Creo que eso no sucedería hoy ", expresó.
Asimismo, hace poco también se supo, por medio del mismo Harry, que fue hasta que cumplió 28 años cuando buscó ayuda psicología para superar la terrible perdida, pues durante mucho tiempo simplemente decidió no hablar del tema y guardar todo su dolor.
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