Farándula


Raimundo Angulo sigue luchando contra el COVID-19

Así evoluciona la salud del presidente del Concurso Nacional de Belleza, Raimundo Angulo Pizarro, tras contagiarse de coronavirus.

REDACCIÓN FARÁNDULA

25 de julio de 2020 07:15 AM

El presidente del Concurso Nacional de Belleza permanece desde el sábado pasado en la Clínica Medihelp Services, a donde fue ingresado luego de padecer síntomas como fiebre, escalofríos y tos, y que se confirmara que padece COVID-19. Mientras en la ciudad y en las redes sociales se manifiestan palabras de aliento pidiendo su pronta recuperación, Raimundo, de 77 años y paciente diabético controlado, permanece en el centro asistencial. Hasta anoche estaba en la Unidad de Cuidados Intermedios.

“Sigue en Cuidados Intermedios, afortunadamente está estable, pero estamos como en el limbo, ni para adelante, ni para atrás. Ahora sí está usando una máscara especial para tener oxígeno todo el tiempo. La mayoría del tiempo está despierto, consciente, y tratan de mantenerlo con mucha calma y están monitoreándolo todos los días y haciéndole exámenes de laboratorio para determinar si tienen que dar el otro paso o no, que sería ya internarlo en la Unidad de Cuidados Intensivos, que esperemos que eso no suceda”, le dijo José María del Castillo, su sobrino, a El Universal. (Le puede interesar: Raimundo Angulo, hospitalizado pero estable con COVID-19)

“Los que tiene comprometidos son los pulmones. Estamos poniendo toda la atención a la parte respiratoria”, agrega del Castillo.

El mismo familiar explicó que ya se ha controlado el azúcar, sus riñones han mejorado y que todos los demás órganos están en buen estado, “los que tiene comprometidos son los pulmones. Estamos poniendo toda la atención a la parte respiratoria”, agrega del Castillo, quien quiso compartir las siguientes palabras a través de este diario:

“Ojalá”

“El recorrido que hacemos en esta vida, por más años que permanezcamos y logremos sobrevivir caminando con salud y lucidez sobre ella, nos parecerá siempre muy corto. Por eso, cada día que transcurre, hay que tratar de disfrutar cada instante como si fuera el último de nuestra exitencia. Ojalá siempre pudiéramos tener una sonrisa iluminando nuestra cara o muchas lágrimas de regocijo en nuestras mejillas, que a todas las preocupaciones -que se nos atraviesan como grandes rocas en los caminos de la vida- las viéramos simplemente como pequeñas piedras que resolveremos y apartaremos de la vía con sabiduría, sin enfados ni angustias. Pero, curiosamente y sin darnos cuenta, cotidianamente ocurre todo lo contrario: sonreímos poco, lloramos más de melancolías que de alegrías, vemos las rocas que aparecen en los senderos de la vida como enormes murallas, nos agobiamos la mente y, sin percatarnos, nos amargarnos intensamente el corazón.

“Muchas veces me he preguntado: ¿será que nacimos y crecimos ignorando todo lo hermoso que nos rodea y nos hace felices?, ¿por qué no abrazar con más frecuencia a la mujer y a los hijos que amamos?, ¿por qué no llamar a los padres, hermanos y a los amigos y decirles que los extrañamos?, que nos tomemos un café y nos veamos. ¿Por qué tanta prisa, tanto trabajo, tantas preocupaciones?, ¿para qué tener poco o mucho dinero, si un día cerraré mis ojos y me marcharé con tristeza cuando Dios me llame y me iré arrepentido de haberme amargado más de lo que disfruté? Y con la culpa de no haberle dicho más a mis familiares que los quería. Que eran y son todo por lo que lucho y realmente existo. Ojalá los médicos, el destino y quien nos mira desde arriba le den otra oportunidad a mi tío Raimundo Angulo, que lucha como tantos otros contra este coronavirus, para leer estas palabras que me salieron de muy adentro del alma. Ojalá le den la oportunidad de ponerlas en práctica. ¡Yo empezaré a hacer lo mismo con mi vida!

“Tú eres una de esas personas a quienes les he debido decir muchas más veces cuánto las aprecio y quiero.

“Tu sobrino, José María del Castillo Angulo”.

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