Desde el Acuerdo de París en 2015, las grandes potencias del mundo se comprometieron a reducir el impacto negativo de la industria sobre el medio ambiente. La promoción de fuentes alternativas de energía se convirtió rápidamente en un objetivo para los grandes jugadores económicos, y la reducción en el precio de los equipos necesarios para explotar la energía solar y eólica fue un detonante para su implementación.
En Colombia, la Ley 1715 de 2014 fue decisiva para impulsar la ejecución de proyectos de este tipo. Además de regular la integración de las energías no convencionales al Sistema Eléctrico Nacional, también ofrece incentivos tributarios a las empresas que desarrollen la producción de energías alternativas. (Lea aquí: ¿Qué tan cerca estamos de que el Caribe se alimente únicamente de energía solar?)
Según la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), actualmente este tipo de energías solo representan el 1 % de la capacidad de generación del país, una cifra que podría subir al 15 % si se llegan a materializar más de 300 iniciativas que pretenden explotar este nuevo modelo. Para 2030 se espera que un 30 % de la energía que se consuma en Colombia sea renovable.
Javier Campillo, docente de la facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB), resalta el crecimiento del país en los últimos años en cuanto a la promoción e implementación de energías no convencionales. “Querer tener una matriz energética más sostenible y la caída de los precios de los equipos fue determinante para que empresa privada y Gobierno se enfilaran hacia la generación de este tipo de energías. Además, esta tendencia mundial también permite que las universidades trabajemos desde nuestros programas en la integración y el fomento de tecnologías para la conversión de energías renovables”, dice.
El potencial del Caribe para explotar la energía solar y eólica convierten a la región en uno de los pilares del país de cara a la generación de energías no convencionales. Por su posición geográfica, los índices de radiación solar de Colombia están por arriba de las cifras del resto del mundo. Mientras que en el país el promedio es de 4,5 kilovatios por metro cuadrado, el promedio global es de 3,9 KW. En el Caribe algunas zonas pueden alcanzar los 6 KW.
En cuanto a energía eólica, Bolívar cuenta con uno de los mejores puntos del país: Galerazamba, en Santa Catalina. La ubicación de este corregimiento permite que el viento proveniente del noreste golpee directamente en los aerogeneradores, optimizando la generación de electricidad. El atlas de viento y energía eólica de Colombia, hecho por el Ideam, señala que el viento de Galerazamba registra una velocidad promedio de 5,9 metros por segundo e, incluso, en algunas horas del día puede llegar hasta los 8 m/s.
El sol para mover a Cartagena
El desarrollo de energías no convencionales no ha sido ajeno en Cartagena. Algunos ejemplos son Serena del Mar, uno de los proyectos de vivienda más importantes de la ciudad, que contará con un sistema de generación de energía solar. Asimismo, en mayo, entraron en operación 1.656 paneles solares en el Centro de Convenciones de Cartagena, que generan cerca del 20 % de la energía que se consume en la edificación.
Esta tecnología ofrece un amplio abanico de posibilidades. Con esto en mente, la academia comienza a perfilar sus proyectos e investigaciones en torno a la utilización de fuentes de energía no convencionales. El profesor Javier Campillo asegura que, por ejemplo, en la UTB se está trabajando desde diferentes frentes en este aspecto. (Lea aquí: Bolívar y la gran apuesta por las energías renovables)
“Todo los relacionado con desarrollo sostenible y soluciones eficientes están en el ADN de los programas de la universidad. En Ingeniería Eléctrica y Electrónica hemos desarrollado sistemas de iluminación con energía fotovoltaica, un sistema de transporte híbrido de propulsión humana y eléctrica y ahora estamos trabajando junto con el programa de Ingeniería Naval en todo lo que tiene que ver con electro propulsión acuática; perfecto para el desarrollo de los sistemas multimodales que necesita Cartagena”, finalizó Campillo.
Comentarios ()