El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este miércoles que su país movilizará en los próximos 12 meses 100 millones de euros en apoyo directo a la población libanesa, pero advirtió de que no habrá ningún “cheque en blanco” en beneficio del sistema político de ese país.
En la inauguración de una nueva conferencia internacional de ayuda al Líbano, justo un año después de la explosión en el puerto de Beirut, el mandatario señaló igualmente que Francia enviará en las próximas semanas 500.000 dosis de vacunas contra el COVID.
Macron dejó claro que esta ayuda humanitaria es incondicional y se enviará de forma directa a las asociaciones y ONG que trabajan sobre el terreno, pero subrayó la urgencia de que se forme un Ejecutivo para que el país pueda superar su actual crisis.
“El Líbano merece algo mejor que vivir de la solidaridad internacional y eso depende de vosotros. Por eso repito de nuevo que la primera prioridad sigue siendo formar un gobierno encargado de las medidas mas urgentes al servicio de la población”, señaló al inicio de ese encuentro telemático.
Macron no escatimó en sus críticas a las autoridades del país: “Parecen apostar por que la situación se pudra. Lo lamento. Creo que es un error moral e histórico”.
Esta conferencia coorganizada con Naciones Unidas, la tercera tras las celebradas el 9 de agosto de 2020 y el 2 de diciembre de ese año, congrega a unos 40 representantes de países y organismos internacionales.
El presidente francés subrayó que algunos participantes ya han aplicado medidas individuales contra personas implicadas en el bloqueo político del país o la corrupción, y advirtió a la clase política libanesa de que se mantendrán firmes al respecto según evolucione la situación.
“Esto vale tanto para la formación de gobierno y la aplicación de reformas como para la investigación del puerto”, dijo sobre una tragedia que dejó más de 200 muertos, 7.000 heridos y 300.000 desplazados por la onda expansiva que destruyó unos 20 kilómetros a la redonda.
En la conferencia coorganizada por Francia y por Naciones Unidas, que contó con la participación de 33 países, 13 organizaciones internacionales y cinco representantes de la sociedad civil, la comunidad internacional prometió 370 millones de dólares (unos 311 millones de euros) en ayuda humanitaria para la población del Líbano, pero dejó claro que esa cifra, que supera las expectativas, no constituye una “solución duradera” a las dificultades que atraviesa ese país.
El encuentro, telemático, pidió además “transparencia” en el uso de los cerca de 900 millones de dólares (unos 758 millones de euros) que el Líbano recibirá “pronto” en derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) -un activo de reserva internacional- para afrontar la recesión y la crisis sanitaria mundial.
Los participantes, entre los que estuvo el presidente estadounidense, Joe Biden; o los ministros de Exteriores de España, José Manuel Albares, o Alemania, Heiko Maas, reclamaron igualmente avances en la investigación sobre la explosión en el puerto, que causó más de 200 muertos y 6.500 heridos.