El concejal César Pión, quien integra la mesa directiva del Concejo como segundo vicepresidente, presentó durante la instalación del primer periodo de sesiones ordinarias del año, una propuesta integral que aborda los problemas estructurales sobre la movilidad de la ciudad.
Se trata del proyecto de acuerdo a través del cual se busca institucionalizar e implementar durante la última semana del mes de septiembre de cada año, “la semana de la movilidad sostenible y de seguridad vial en la ciudad”.
El proyecto se basa en los malos índices de percepción sobre la movilidad que tienen los ciudadanos, a los que se suma la contaminación que genera el alto tráfico vehicular que rueda por la ciudad. El reto en Cartagena es bajar las 500 toneladas de partículas contaminantes.
La propuesta incluye que el 22 de septiembre se institucionalice como el Día sin Carro y sin Moto.
Pión González expresó que una de las grandes necesidades que tiene la ciudad de Cartagena es la movilidad, la cual se sigue realizando en unas vías de uso de más 40 años, en contraste con un crecimiento acelerado de la población y de su parque automotor.
“Se hace necesario establecer una cultura ciudadana, y aprovechando el día internacional sin carro, tendremos nuestro día local”, dijo Pión. Recalcó que el 80 % de la contaminación del aire que se está recibiendo y respirando en la ciudad proviene del parque automotor viejo. “Estos automotores carecen de tecnicismo, por lo tanto emiten toneladas de partículas contaminantes nocivas para la salud de los cartageneros”.
Desde el Senado una propuesta similar empezó a gestarse de la mano del senador Andrés García Zuccardi, del mismo partido del concejal Pión. El senador de La U se refirió al Día sin Carro en Bogotá el 7 de febrero pasado y dijo que en esa jornada se lograron unos 2,1 millones de viajes en bicicleta y 5 millones a pie.
García Zuccardi, autor de la Ley Probici, dijo que la iniciativa del Día sin Carro debe ser replicada en las principales ciudades del país, entre esas Cartagena.
En ese escenario, propone García que la jornada se convierta “en un espacio en el que colectivos, académicos, instituciones públicas, privadas y representantes de la sociedad civil articulen esfuerzos para reflexionar, analizar y generar soluciones específicas a los problemas de movilidad y contaminación, teniendo en cuenta las condiciones propias de cada urbe”, había expresado.
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