La Fundación por Cartagena, Funcicar, a través de su observatorio a la contratación estatal “Vigila Cartagena” le puso la lupa a un contrato que le entregó la Alcaldía de Cartagena, de manera directa, a la Empresa de Desarrollo Urbano, Edurbe, un contrato por $1.800 millones para el programa de Primera Infancia Feliz y Protegida.
Las críticas de Funcicar apuntan a que: “Edurbe en su objeto social no tiene estipulado de manera específica la facultad de contratar temas de primera infancia, pero la Alcaldía hizo uso de dos actividades del mismo, en donde indica que se encuentra facultada para ser una empresa ‘consultora, ejecutora, operadora y prestadora de servicios públicos’ e ‘impulsar el progreso cualitativo y cuantitativo de los entes territoriales y de cualquier otra entidad con énfasis en el Distrito de Cartagena y municipios de la Costa Caribe”.
Funcicar cuestiona que: “Edurbe puede subcontratar desde la pavimentación de calles hasta la capacitación de padres de familia en temas de primera infancia, lo cual la hace una empresa de todito”.
El contrato
Se trata del contrato por $1.800 millones para desarrollar “acciones tendientes al logro de los objetivos propuestos en el Programa de Primera Infancia Feliz y Protegida con acciones que promuevan el fortalecimiento de la familia como núcleo esencial en la protección de la infancia y la adolescencia” mediante el convenio interadministrativo 10 del 2018.
Funcicar revela que “el contrato fue firmado por la exalcaldesa Yolanda Wong en agosto y aunque el documento no estipula la fecha de la firma, el acto administrativo con el que se justificó la contratación ‘a dedo’ (contrato directo) con Edurbe es del 15 de agosto”.
Destaca que el 2 de agosto, la Unidad de Contratación de la Alcaldía, bajo la orden de la exalcaldesa Wong, emitió la circular 001 de 2018 en la cual recordaba a todas las dependencias que debían publicarse a tiempo los procesos contractuales en la plataforma de Secop.
“A través de Vigila Cartagena hemos encontrado este contrato para pedagogía y jornadas de capacitación en temas de primera infancia y adolescencia. Nos llama la atención que esta empresa ha sido usada para la subcontratación de obras de infraestructura y ahora también programas de infancia que tienen otras características y requieren de una planeación a cargo de profesionales en salud y ciencias sociales, la cual no es la experticia de Edurbe, pues su nómina es del área administrativa, financiera, jurídica y técnica”, expresó Carolina Calderón, directora de Funcicar.
El contrato contempla la formación de 3 mil padres de familia o ciudadanos en pautas adecuadas de crianza, así como el desarrollo de una feria de la primera infancia dirigida a padres de familia, servicios de orientación para la atención temprana de niños y niñas, dotación de Centros de Desarrollo Infantil, entre otros. Funcicar recordó el control de advertencia de la Procuraduría a la Alcaldía para controlar los contratos directos, que Funcicar llama “a dedo”.
“Todo está ajustado al objeto social”
Sin embargo, para el gerente de Edurbe, Bernardo Pardo, “no hay nada fuera de las normas en el contrato”. Pardo explicó que “el contrato está dentro del objeto social; Edurbe atendió la invitación que hiciera la Alcaldía Mayor y atendiendo los estatutos y el objeto social de la empresa, que establece que sí podemos celebrar contratos relacionados a capacitaciones, las cuales hemos hecho en una serie de obras complementarias, y en este caso porque estamos en la ejecución de obras de infraestructura del Centro de Desarrollo Integral del Flor del Campo”.
El gerente explica que para ello “se tenían que socializar una serie de acciones tendientes a que se pudieran ejecutar esa obras, ya que esta infraestructura venía siendo ocupada por inmigrantes venezolanos, en estos CDI; estas acciones fueron aprobadas en un comité de política social y participamos de esa serie de acciones para desarrollar el proyecto que estamos ejecutando en la actualidad”.
Funcicar también revela que “durante los meses de julio y agosto, la Alcaldía entregó 11 contratos directos (a dedo) a Edurbe que “suman más de $67 mil millones, es decir, $3 mil millones más del valor entregado a esta empresa durante todo el año 2017. La mayoría de estos convenios fijaron como plazo de ejecución el 31 de diciembre de 2018”.
“Somos ejecutores”: Pardo
El gerente de Edurbe responde que esto obedece a que “esa es una muestra de las obras que estamos terminando y entregando en tiempo récord, como la Y de Olaya, Colombiatón, ya estamos listos para varias calles de Fredonia, San Pedro Mártir, La Victoria, La María, Manga, entre otras, reparcheo, cráteres, todo dentro de los términos contractuales, los recursos están en un patrimonio autónomo y una fiducia, respeto las apreciaciones pero estamos ejecutando”.
Decreto vulnerado
Funcicar detectó que el contrato fue publicado en el Secop por la administración distrital el 3 de octubre. “Durante dos meses la ciudadanía no conoció de este contrato que tiene plazo de ejecución hasta el 31 de diciembre de este año, lo que representa una vulneración al Decreto 1082 de 2015 que ordena la publicación de los documentos del proceso en los tres días siguientes a su formulación. Así mismo, se desconoce el subcontratista que ejecutará el contrato, pues no se ha hecho pública esta información”, dice Funcicar.
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