Las entidades llamadas a combatir las malas prácticas institucionales son los entes de control como la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General y la Contraloría General de la República; sin embargo, aún hay mucha gente que no tiene claro qué son y a qué se dedican. (Lea: ¿Procuraduría podrá destituir a funcionarios de elección popular? Corte decide)
Estas entidades la Constitución Política les confía las funciones relacionadas con el control disciplinario, defender al pueblo y el control fiscal. Los de control no están adscritos ni vinculados a las ramas del poder público (ejecutivo, legislativo y judicial). Por su parte, la Fiscalía está vinculada al poder judicial.
La Procuraduría General de la Nación
Es el ente de control que representa a los ciudadanos ante el Estado. Es el máximo organismo del Ministerio Público, conformado además por la Defensoría del Pueblo y las personerías. La Procuraduría vigila el correcto funcionamiento de la función pública, para salvaguardar los derechos e intereses de los ciudadanos, garantizar la protección de los derechos humanos e intervenir en representación de la sociedad para defender el patrimonio público.
Este órgano se enfoca más en lo disciplinario de la corrupción, y no en lo monetario que concentra los esfuerzos de la Contraloría. Además, tiene como impronta defender los intereses colectivos, en especial el medioambiente.

Margarita Cabello es la actual procuradora general de la Nación.
Como Policía judicial puede interponer las sanciones que considere necesarias como: la destitución e inhabilidad general que implica la desvinculación laboral del responsable y la imposibilidad de trabajar con el Estado por un tiempo determinado, y la exclusión de la carrera administrativa; la multa pecuniaria; o una amonestación escrita que se traduce en un llamado de atención formal, por escrito, que debe registrarse en la hoja de vida.
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