Los habitantes del corregimiento de Sarandelo aún estaban celebrando el cierre de una de las bocas que abrió el río Sinú, a la altura de la zona rural del municipio de Lorica, cuando se abrió otra.
Con maquinarias y personal especializado de la Unidad de Gestión del Riesgo, acompañados de cientos de hombres de la comunidad, trabajaron durante tres días seguidos para ubicar un muro de contención que frenara la fuerza del agua y cuando lo lograron, el río irrumpió a pocos metros.
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Cientos de habitantes de la zona rural de Lorica vieron como el Sinú arrasaba sus viviendas y por lo menos 700 hectáreas de cultivos, especialmente de piña.
Según Aldrin Pinedo, director de la Oficina de Gestión de Riesgo de Córdoba, en esta sección del país se reportan cerca de 10 mil damnificados, situación que tiende a empeorar, toda vez que los pronósticos son de fuertes lluvias en la parte alta y media del Sinú.
Por su parte, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, indicó que se hace necesaria la ayuda del gobierno nacional, teniendo en cuenta que se necesitan recursos que superan la capacidad financiera de la administración departamental y de las municipales, pues hay 290 puntos críticos en los ríos Sinú y San Jorge.
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