En 2018 se conoció un presunto abuso sexual al que fueron sometidas dos niñas de 11 y 12 años, en Magangué, y que generó el rechazo de la comunidad que pedía que el responsable pagara por el aberrante caso.
Las menores, tras salir a hacer un mandado, se encontraron con una escena que marcaría sus vidas para siempre y las llevaría a buscar atención de psicólogos. Familiares de las menores, tras conocer el testimonio de las pequeñas, decidieron dar aviso a las autoridades pues estarían ante un hombre que podría convertirse en un violador y que merecía estar tras las rejas. Buscaban evitar a toda costa que otras niñas fueran víctimas del supuesto depravado, como muchos lo llamaron.
La Fiscalía General de la Nación asumió el caso e inició una serie de investigaciones y, junto al personas especializado de Medicina Legal, pudieron establecer que Jonathan Cervantes Pascuales había cometido un acto de abuso sexual al haber mostrado sus partes íntimas a las niñas cuando caminaban por una calle del municipio.
El ente investigador, según informó, pudo comprobar que Cervantes Pascuales mostró en repetidas ocasiones sus genitales a las niñas y que, además de eso, se los tocaba, las miraba e intimidaba, mientras ellas, atemorizadas y confundidas, no sabían qué hacer.
Salieron corriendo y le avisaron a sus familiares que llegaron al sitio, pero el hombre, según indicó la Fiscalía, huyó. Sin embargo, al día siguiente, cuando las infantes llegaban del colegio, vieron al sujeto en un taller automotriz y de nuevo llamaron a su mamá. Esta vez la señora, muy ofuscada, alcanzó a reclamarle a Cervantes Pascuales, pero él lo negó de manera rotunda.
Tras la denuncia se inició un proceso de investigación con las niñas que fueron entrevistadas por personal especializado de Medicina Legal para verificar la veracidad de las versiones. Comprobado el hecho, la Fiscalía decide condenarlo a 9 años de prisión. Cervantes no aceptó los cargos por lo que apelará la decisión.
Comentarios ()