Muchos vacíos hay en las declaraciones del comando de la Segunda Brigada -unidad militar orgánica de la Primera División del Ejército- tras la muerte del soldado cartagenero Elías José Julio Nieto, de 19 años, quien según esa institución, atentó contra su vida el pasado 13 de agosto.
Elaine Ester Mercado Nieto Coley, madre del Elías, asegura que su hijo lo último que quería era morir, pues su deseo era el de “estudiar, superarse y sacar adelante a su familia”.
“Él (Elías) al principio no quería ir a prestar el servicio, pero cuando empezó le dijo a su hermano que se quería quedar, que eso allá era bien bonito”, cuenta la progenitora.
Después del juramento, en Barranquilla, Elías regresó a Cartagena, en el barrio La María, donde creció y se crió. Allí permaneció dos meses, hasta que regresó a Barranquilla, donde estaba asignado.
El joven, según Elaine, tuvo un inconveniente con un compañero de batallón al poco tiempo de llegar. “No sé qué clase de problema era el que tuvo con el muchacho ese, lo cierto es que a raíz de eso empezó a tener problemas con los superiores, tanto así que una vez un cabo dio permiso para que le pegaran a Elías”, expresó la dolida madre.
Elaine siempre se comunicó con su hijo vía telefónica, pero desde ese problema, presuntamente le tenían restringidas las llamadas.
Los problemas para Julio Nieto no iban a acabar. Al joven decidieron trasladarlo al Batallón de Infantería Mecanizado No. 5 General José María Córdova, en Santa Marta. Allí, según su madre, Elías no la pasaba bien. Los maltratos a los que supuestamente era sometido el joven eran constantes y fuertes, al punto en que sus parientes y él mismo amenazaron con demandar a los superiores del batallón.
En mayo, Elías y un compañero del batallón decidieron “volarse” y dejar todo tirado. Fue entonces cuando los dos muchachos escaparon y una vez en la calle, cada quien tomó por su lado.
“Cuando se voló, me llamó y me dijo que se había escapado. Me explicó que estaba aburrido de que le pegaran, de que lo trataran mal y de ser la burla de todos. También me llamó varias veces a medida que avanzaba en el camino”, anotó la mujer.
Tras un mes en su casa en el barrio La María, Elías decidió volver al a Ejército a pesar de todo lo que había dicho que le ocurría en el batallón.
Al llegar a Santa Marta, Julio Nieto llamó a su madre desde el celular de un capitán para decirle que todo estaba bien, que no tenía de qué preocuparse.
“Desde esa vez que me llamó, pasaron casi 20 días sin saber de él. No volví a recibir una llamada de Elías. Incluso, pensábamos que estaba en Barranquilla, pero no. En medio del desespero marqué al número del capitán del que Elías me había llamado cuando volvió”, expresó Elaine.
Pero la respuesta que presuntamente recibió la dejó fría: “A Elías lo dimos de baja, porque nadie lo quería allá, porque era un ratero, porque se había robado el fusil y el equipo”, fue lo que presuntamente le dijo uno de los capitanes a Elaine.
Luego de ese episodio, un compañero de Elías le dijo a Elaine que lo mejor es que fueran a visitarlo, “porque si ellos le dijeron que lo van a matar, es porque lo están planeando ya”, dijo la mujer. Sin embargo, no pudieron llegar. El martes 13 de agosto, a eso de las 7 de la mañana, Elaine recibió una llamada del batallón. “Elías se quitó la vida con su fusil”. El joven se había destrozado aparentemente el cerebro de un balazo.
“Es ahora y no creo que mi hijo se haya quitado la vida, porque lo último que él quería es morir, porque quería sacar adelante a su familia”, aseveró la dolida madre, quien dicen que están siendo asesorados por un abogado.
Elías fue sepultado el pasado 16 de agosto en el cementerio Jardines de Paz, en Turbaco.
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