El atraco del que fue víctima el párroco de la Ermita Pie de la Popa John Lawrence Mahony, el pasado domingo 2 de febrero, habría sido cometido con un arma de fogueo, una de las tres clases de armas que están usando los delincuentes en Cartagena para evitar ir a la cárcel.
El sacerdote fue abordado en el Segundo Callejón Trucco del Pie de la Popa por un hombre que se desplazaba a pie, quien lo intimidó para despojarlo de sus pertenencias, un anillo, una cadena y un celular. Hasta el momento no hay capturas por ese hecho.
Según la Policía Metropolitana, los delincuentes no siempre se valen de pistolas, revólver o changones -armas caseras-.
En lo que va de 2020, la Metropolitana reporta que se ha incautado 60 de estas armas en operativos contra el delito, casi el doble de las obtenidas en todo el 2019, que cerró con 34 decomisos.
“Estas armas han sido empleadas y portadas por personas que han intentado realizar hurtos y exigencias extorsivas, y que han sido interceptadas durante la reacción desplegada por los policías de la Metropolitana”, detalló el comandante de esa institución en Cartagena, general Henry Sanabria Cely.
La preocupación por la utilización de estas armas se incrementa, ya que, según el oficial, esto no permite que los hampones sean judicializados y con ese preciso objetivo las usan.
“Estas personas que no logran cometer los actos delictivos o que merodean, al ser capturados, quedan de inmediato en libertad, pues para portar estos elementos no se requiere permiso y por eso mismo no materializa un delito. Esto se convierte en una ventaja para los delincuentes”, explicó el general.
¿Cómo las consiguen?
El general Sanabria indicó que adquirir este tipo de armas es muy fácil. Las venden en el Mercado de Bazurto, almacenes deportivos y almacenes de prendas militares. “Las venden de 180 mil pesos en adelante. De las armas mencionadas, la que más usan los delincuentes son las más traumáticas”, dijo.
Pero ¿ejercen algún control sobre estos lugares? Por el momento la institución manifestó que “adelantamos redadas, intensificando los operativos de requisa a transeúntes, motociclistas y pasajeros de vehículos de servicio público y particulares en puntos críticos de la ciudad para lograr la incautación de estas armas. También se realizan operativos en establecimientos que comercializan estas armas para revisar la documentación y procedimientos de entrega, verificando la documentación empleada en su importación y comercialización, evitando que lleguen estas armas a los delincuentes”.
El ataque con estas armas no le causará la muerte a nadie, pero sí daños que podrían ser irreparables. “Genera lesiones, hematomas y en algunos casos heridas considerables. Hemos atendido casos donde en principio creemos que es un proyectil de arma de fuego y al ser atendidos se encuentran que son municiones de este tipo de armas”, explicó Sanabria.
Las municiones a las que se refiere son goma, plástico y balines.