La muerte a bala de la pequeña Sharik Johana Villeros González, de apenas 2 años, aún tiene sufriendo a su familia en el barrio La Esperanza. La niña fue baleada el pasado 31 de mayo en un atentado que, según la Policía Metropolitana de Cartagena, era contra su papá.
Padre e hija apenas salían de la casa en moto cuando un sicario se les cruzó y les disparó. Sharik iba en los brazos de su papá. “Todos quedamos demasiado afectados con esta situación, una niña tan inocente, alegre, juguetona. Sus Hermanos, abuelos, tíos, padrinos, primos, todos siguen muy tristes”.
En medio de ese dolor hay una luz de esperanza para que haya justicia por tan vil crimen. Un familiar de la menor le confirmó a El Universal que el jueves en la tarde, en un operativo que funcionarios especializados de la Sijín realizaron en el barrio Martínez Martelo, frente al llamado sector de Las Estibas, fue capturado el presunto sicario que disparó contra Sharik.
El pariente de la menor lo identificó con los alias de ‘el Niño’ o ‘el Chino’, y confirmó que el mismo fue jueves fue llevado por parte de la Fiscalía a la audiencia de legalización de captura ante un juez de Control de Garantías, que decidió seguir con esas diligencias el próximo jueves 19 de septiembre a las 4 de la tarde.
El cómplice de ese sujeto, quien conducía la moto, sigue huyendo pero, según el allegado de la niña, está plenamente identificado por los investigadores de la Sijín. El familiar dice que no conoce a los sicarios que participaron en ese atroz crimen.
“No los conocemos, más bien fueron sicarios contratados, solo tenemos claro que lo capturaron y que si un juez emitió la orden judicial contra uno de ellos es porque tienen muchas pruebas”, agrega el pariente de Sharik, cuya identidad pidió mantener en reserva.
El 1 de junio, un mes después de la muerte de Sharik, sus familiares y conocidos marcharon con globos, pancartas y camisetas blancas desde la casa de la menor hasta el Centro Histórico para pedir celeridad en la investigación
En respuesta a esa marcha, la Policía Metropolitana ofreció una recompensa de cinco millones de pesos a quien diera la ubicación e información de los actores criminales de este hecho.
La Policía aseguró que las versiones sobre el hecho indicaban que el ataque a bala iba dirigido contra el papá de la niña. Ese 31 de mayo, Edilberto Villeros llevaba a Sharik de la calle 39, en La Esperanza, al barrio La María para que desayunara con tres hermanos que son por parte de papá.
Apenas salían de casa cuando fueron interceptados por dos hombres en una moto de color negro. El atentado ocurrió a las 8 de la mañana, en una esquina del sector El Canalón. La niña iba sentada adelante de su papá en la moto y fue ella quien recibió uno de los balazos que dispararon contra Edilberto.
Él salió ileso, y aunque cayeron, se levantó rápidamente para trasladar a su hija al CAP. Sharik, según los médicos, fue ingresada sin signos vitales al Centro de Atención Prioritario.
Los operativos para dar con los homicidas se extendieron a los barrios La María y La Quinta, pero los uniformados no lograron ubicarlos. Las autoridades analizan un ajuste de cuentas contra el papá de la niña u otro familiar directo de ella.
El pariente de la menor dijo ayer, sin embargo, que están a la espera de las autoridades esclarezcan este hecho de sangre, porque no tienen certeza que el atentado haya sido contra el papá de ella.
“Si en realidad el atentado hubiese sido para el papá de la niña, directamente hubiera sido contra él. Se supone que unos sicarios contratados para el asesinato de una persona están presentes con anterioridad en la escena del crimen para calcular su acto maquiavélico.
“Pero el papá de Sharik estuvo pasando constantemente desde muy temprano por el lugar donde fue el atentado y solo en el momento justo que venía pasando con la niña es que ocurre la tragedia. Eso es como raro”, explica el pariente de Sharik.
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