Jairo Eduardo Julio Monterroza confesó haber abusado sexualmente y luego asesinado a Keilis Tous Moguea, la pequeña de 8 años de edad, desaparecida y luego encontrada muerta el pasado 25 de enero en el barrio Costa Azul de Tolú.
Dadas las contundentes prueba técnicas y científicas aportadas por el fiscal delegado de la Fiscalía Seccional 23 de Sucre, el joven de 29 años de edad, no le quedó otra sino aceptar haber cometido el crimen.
El mencionado había sido capturado el pasado viernes en acatamiento a una orden de judicial emitida por el Juzgado Primero Promiscuo Municipal, la cual se hizo efectiva por la Policía con apoyo del C.T.I de la Fiscalía.
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Jairo Eduardo estaba escondido en el barrio La Cima, de la Comuna 9, en Medellín, (Antioquia). Ahora deberá responder por el delito de feminicidio agravado en concurso con acto sexual agravado.
En las audiencias se conocieron crudos detalles de crimen. La niña salió a la tienda a comprar una paleta porque la cena no le gustó y se quedó jugando con un niño, momento que el presunto asesino aprovechó para raptarla.
Julio Monterroza dejó semen en el cuerpo de la niña, lo cual fue comprobado por Medicina Legal mediante ADN. Después de tocar las partes intimas de la menor y eyacular le tapó la boca y la nariz hasta que muriera por asfixia.
La niña emanó gotas de sangre que cayeron en un suéter del sospechoso, prenda hallada por las autoridades en su casa, siendo esta otra de las pruebas contra el presunto homicida.
Este hombre, tras la intensa búsqueda hecha por la comunidad, habría colocado el cuerpo en un callejón entre su casa y la vivienda de la menor, y luego dijo que había visto a un hombre corriendo por zona enmontada para despistar a la muchedumbre y huir.
De acuerdo con los estudios realizados al cuerpo de la niña por parte de Medicina Legal, el hombre no penetró a la víctima, sino que le hizo roces y tocamientos con su miembro viril.
A Jairo Eduardo Julio Monterroza, padre de un niño de 8 años y cuya patria potestad perdió, le dictaron medida de aseguramiento intramural y podría recibir una condena de por lo menos 20 años.
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