En la vivienda de nomenclatura 21-32, de la carrera 63, del barrio La Central, hay mucho dolor. También hay impotencia por la terrible muerte de Rodolfo Enrique Tapias Sosa, pues sus familiares aseguran que su fallecimiento no tenía por qué suceder. (Lea aquí: Investigan fallas por caída de ascensor en Castillogrande)
La hoy viuda, Teresa Moncada Ortega, llora por la inesperada partida de su compañero de hace 20 años. En medio del profundo dolor saca fuerzas y le cuenta a El Universal que la muerte de su esposo no tenía por qué ocurrir, pues a él no tenían por qué ponerlo a trabajar.
“Él trabaja para esa empresa hace casi cuatro años. Desde hace varios meses el sufrió un accidente laboral que le afectó uno de los dedos de la mano y por eso estaba incapacitado. A pesar de estar así, la empresa lo llamó en tres ocasiones para hacer algunos trabajos y él iba”, aseguró la mujer.
Añadió que en ocasiones le dijo que se negara a hacer esas labores, pues por la condición de su dedo no podía trabajar. “Pero él me decía que iba, pues le estaban pidiendo la renuncia. Yo le decía, no renuncies, pero tampoco vayas a trabajar, tu estás incapacitado y no puedes laborar así”.
Precisó también que hace menos de un mes llegó de otra ciudad, precisamente de unos exámenes y asuntos relacionados con ese accidente laboral que lo mantenían incapacitado. Explica que el martes lo llamaron de la empresa para que se ganara el día y le dijeron que tenía que presentarse a las 8 de la mañana (del miércoles) en el edificio Piñango, en Castillogrande.
“Apenas llegó me llamó y me dijo. ‘Ya voy a comenzar a trabajar y se despidió. A las 11 llamaron a decirme que había quedado debajo del ascensor junto a su compañero”, precisó con voz entrecortada.
Añadió que exige que se haga una investigación a fondo, pues ni la empresa, ni del edificio Piñango les han dicho, hasta ahora, qué fue lo que ocurrió.
Tapias Sosa y James Soto Reyes son las víctimas del desafortunado accidente laboral ocurrido la mañana de ayer miércoles en el edificio Piñango en Castillogrande. Lo que informó el Cuerpo de Bomberos de Cartagena es que ambas personas hacían mantenimiento al elevador en la parte de abajo, cuando desde el cuarto piso la pesada estructura se precipitó y cayó sobre los empleados.
Las causas de este siniestro están siendo investigadas por las autoridades, quienes determinarán qué falló en medio de estas labores.
De Bogotá
De otro lado, James Soto Reyes de 35 años y natural de Bogotá, es el otro fallecido. A la morgue de Medicina Legal llegaron en la mañana de hoy jueves, los familiares del joven procedente de la capital de país. No quisieron dar detalles del hecho, pero solo alcanzaron decir que era un gran trabajador y que ya llevaba algún tiempo en Cartagena, con la empresa para la cual trabajaba haciendo esa clase de mantenimientos.
Un familiar aseguró que todo está en mano de las autoridades competentes para determinar en qué estuvo la falla; y la empresa, para la cual trabajaban ambos, está al frente de lo sucedido, afirmaron.
Los cuerpos de ambos fueron llevados por la Sijín a la morgue de Medicina Legal en el barrio Zaragocilla.
No hacen mantenimiento
Fernando Abello Rubiano, director para la Gestión del Riego de Desastres en Cartagena, argumentó que desde su competencia le solicitará a la administración del edificio Piñango la documentación pertinente para evaluar la condición del sistema del ascensor o transporte vertical.
Abello reveló que en Cartagena, dentro de las inspecciones que ellos realizan como autoridad, en cumplimiento del Acuerdo 016 de 2016, hay algunos edificios que pocos hacen el mantenimiento y evaluación de la seguridad de los elevadores.
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