La Policía Metropolitana de Medellín está buscando al hombre que ingresó a un bar, de la calle 70 de Medellín, en compañía del sacerdote cordobés Javier Eduardo González Pertuz, quien murió en extrañas circunstancias dentro de ese establecimiento.
“Luego de hacer las verificaciones pertinentes, este sacerdote se encontraba en compañía de otro sujeto, quien después de departir un tiempo determinado se va del lugar”, explicó el coronel José Rafael Miranda, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. Sugiero leer: ¡Caso extraño! Muere sacerdote cordobés en bar de Medellín
Dijo así mismo que el hombre se llevó todas las pertenencias de la víctima y que, por ello, no descartan que le hubiera dado algún tipo de sustancia para poder robarlo. Se fue del lugar, justamente, cuando este se desplomó sobre la mesa.
Los administradores del establecimiento pensaron que se había quedado dormido o que estaba borracho. Hasta ese momento desconocían que se trataba de un sacerdote. Llamaron a la Policía y fue cuando verificaron que no tenía signos vitales.
El cuerpo del sacerdote, natural del municipio de Planeta Rica, en el departamento de Córdoba, fue trasladado a Medicina Legal donde adelantan las investigaciones de rigor, de tal forma que se pueda establecer si efectivamente le dieron escopolamina.
A la comunidad religiosa se le hace extraño que el cura haya llegado, por su propia voluntad, a ese establecimiento público del barrio Los Laureles, pues no era su costumbre. Era un formador en el Seminario Misionero San José de Medellín y se había caracterizado por su labor al servicio de la comunidad.
En su tierra natal hay dolor por lo ocurrido. Su prima Yenny Espitia, publicó en sus redes sociales “Parece mentira escuchar que ya no estarás más con nosotros., que ya no volveremos a escuchar tus consejos, que no habrá más de tus risas, de tus anécdotas, de tus oraciones, de ese amor tan grande que siempre tenías para darnos. Fuiste un excelente hijo, hermano, primo, nieto y sacerdote. No tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy por todo lo que hiciste por nosotros y lo que hoy me duele tu partida”.
Su familia pide que se adelanten las investigaciones del caso, con el fin de establecer las causas de la muerte del religioso de 39 años de edad y que se capture al responsable.
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