Las autoridades manejan una nueva hipótesis sobre el homicidio de Érika Liliana Camacho Luna, de 34 años, y es un posible ajuste de cuentas por el tráfico de estupefacientes en Bucaramanga.
Según el informe forense, recibió seis heridas con armas de fuego: tres en el cuello, una en tórax, otra en la región axilar y una más en la rodilla. El sicario sería un joven de aproximadamente 18 años de edad.
En los datos entregados por las autoridades también se señaló que presentaba cinco anotaciones por los delitos de tráfico de estupefacientes (2012), fuga de Presos (2014), Amenazas (2016), explotación de menores (2022) y mendicidad y tráfico de menores (2022).
“Sabemos que era ama de casa y mamá de cuatro hijos. Vivía en ese sector de Villa Rosa, pero desconocíamos si tenía enemigos. Hace poco le habían matado a uno de los papás de sus hijos”, señaló un vecino. Lea: ¿Qué pasó? Electricista cayó de un poste de luz y murió, en Ceballos
El homicidio de Érika Liliana Camacho Luna ocurrió a las 12:20 de la madrugada de este domingo 1 de octubre en la calle 8N con carrera 19, Manzana 32 del barrio Villa Rosa al Norte de Bucaramanga.
Según el testimonio que un familiar les entregó a las autoridades se encontraba con su compañero sentimental en un andén frente al salón comunal del barrio Villa Rosa. “Manifiesta un hijo de la víctima que su señora madre se encontraba en el salón comunal del barrio Villa Rosa consumiendo sustancias estupefacientes, en compañía del novio”, señaló el reporte.
En el informe de la Policía se informó que al lugar arribó a pie un joven de aproximadamente 18 años, quien vestía un jean, buzo gris con capota roja, portaba un tapabocas, de piel blanca y 1.70 de estatura.
Le preguntó a Érika Liliana que, si ella vendía sustancias alucinógenas, a pesar de que estaba con su novio, la pregunta fue para ella. “El sujeto se queda observándola y le pregunta que, si ella vendía drogas, la víctima manifiesta que no y esta persona se va del lugar. A los pocos minutos regresa”, indicó la Policía.
Esta vez la pregunta no fue si vendía droga, sino si ella era Érika. Al responder que sí, el delincuente sacó un arma de fuego y le disparó en repetidas oportunidades. Su compañero sentimental salió ileso.
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