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FundeMary: sonrisas que alimentan el alma

Tras ser virreina en el Reinado de la Independencia 2018, María José Hernández encontró un hermoso rumbo para su vida.

KISAY MACHACÓN ARIAS

27 de febrero de 2022 10:27 AM

Luego de participar en el Reinado de Independencia de Cartagena en 2018, donde fue virreina, en María José Hernández Tobón nació una pasión por ayudar a los demás, sobre todo a las personas que se encuentran en estado de vulnerabilidad. Así que comenzó un proyecto con la Universidad de Cartagena que consistía en ayudarles a los niños de la Institución Educativa Cerros de Albornoz, en el barrio La Paz, pues es una comunidad que no vive en las mejores condiciones económicas, su labor la llenaba cada día más y la hacía sentir que podía regalarle un poco de felicidad a las personas que la rodean, pues esto era lo que ella más amaba. Lea aquí: El “gastrosueño” de Edd Cabarcas

Wendy Johana Ospino Flórez es una joven que hace parte del voluntariado de este proyecto y ha sido testigo de la difícil situación en la que vive esta comunidad. “Fue duro, sobre todo porque mi primera actividad fue con los niños del Cerro de Albornoz, ver cómo viven su día a día, el colegio que se estaba viniendo abajo, si llovía se les mojaban todas sus cosas, pero fue eso mismo lo que nos impulsó a seguir”, contaba la voluntaria del proyecto.

Al llegar la pandemia y con ella toda la crisis económica que envolvió al mundo entero, el colegio tuvo que cerrar, pues no tenían recursos y los niños no estaban yendo a las clases presencialmente; al encontrarse en esta situación, Majo, como la llaman sus allegados, sintió el llamado a buscar otras comunidades que necesiten de su ayuda, fue entonces cuando consolidó todo este proyecto y nació la FundeMary, una fundación dedicada a asistir a niños, niñas y adolescentes en condición de vulnerabilidad: van de comunidad en comunidad brindándoles ayudas materiales, económicas y alimenticias a los más pequeños, trabajan con niños de 2 a 15 años, además, les organizan jornadas de actividades lúdicas, les llevan regalos y los acompañan emocionalmente. Le puede interesar: Carlos Pérez: su voz lo sacó de la dura vida de las calles

“Realmente, es una labor hermosa; es difícil enfrentarse a esa realidad, tenemos varios voluntarios y siempre que un voluntario va a su primera actividad queda asombrado con el nivel de pobreza que están presenciando, muchos lloran, a veces ni siquiera hacen nada, solo se quedan asombrados por lo impresionante que es ver la situación en la que viven esas comunidades”, contó Majo.

Las redes sociales han sido el medio por el cual esta fundación ha convocado a personas que quieren ayudar, bien sea como voluntarias o como donadoras; aprovechando el gran alcance que tienen estas plataformas, FundeMary ha encontrado en las redes, como Instagram, su vehículo de información y promoción de las actividades se han llevado a cabo a lo largo estos tres años de trabajo sostenido.

“Tenemos a una persona encargada de las redes sociales de la fundación, ella sube las fotografías y los comunicados para los interesados en ayudar; la verdad es que nos ha ido muy bien, siempre llegan personas dispuestas a trabajar en pro de los demás”, aseguró María José.

En diciembre del 2021, FundeMary realizó una convocatoria para llevar útiles escolares a una comunidad, por el momento no tenían un sector en mente, hasta que llegó la solicitud de la comunidad de Tierrabaja (vereda de La Boquilla), quienes pedían que la fundación mirara a su comunidad, pues ya se reactivaban las clases presenciales y no tenían para los útiles escolares de sus hijos. Ellos se pusieron manos a la obra y se comunicaron con la comunidad, pues habían sido los escogidos para realizar este proyecto de ayudas escolares.

Los voluntarios de esta fundación dicen sentirse agradecidos con Dios, principalmente, por hacer parte de una labor tan bella como lo es ayudar a los demás.

“FundeMary ha aportado mucho en mi vida, en mi manera de pensar y en lo que puedo ser capaz, no me limita, por el contrario, me impulsa, me enseña a valorar, a emprender, a ser feliz con poco... Mi invitación a los jóvenes es que si tienen la oportunidad de hacer una bonita labor, la hagan de corazón, pues te cambia la perspectiva luego de eso y a su vez cambias la vida de estos niños; también que valoren a sus familias y su hogar, pues son lo más importante en la vida”, aseguró Wendy, voluntaria de la fundación. Lea también: Mael.Books: un sueño detrás de los libros

FundeMary tiene las puertas abiertas para todos, donadores y voluntarios, es muy grato ver a los niños felices y entregarles en medio de su pobreza material, algo de riqueza espiritual y emocional. Majo extiende la invitación a todas las personas que deseen prestar sus manos para el servicio de los demás, pues dice que juntos podemos construir un mejor país.

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