Facetas


¿Qué pasa en Magangué todos los 2 de febrero?, esta es la historia

Cada dos de febrero tiene lugar en esta población de Bolívar una celebración que es una verdadera fiesta religiosa y cultural. Este es un relato del día en que se paraliza Magangué.

EL UNIVERSAL

19 de febrero de 2023 12:00 AM

Por: Jaime Mercado Basanta.

Es dos de febrero. Llegué a la tierra de mis ancestros donde se celebran las fiestas patronales de la Virgen de la Candelaria. Estas festividades empiezan en realidad nueve días antes con las novenas a la Virgen. Para llegar a esta población desde Cartagena tomé la carretera que da a la Cruz del Viso y de allí a la Troncal de Occidente hasta el Bongo, luego crucé a la izquierda, y desde ese punto hasta mi destino fueron 60 kilómetros de buena carretera.

Esta cálida tierra del cacique Maguey, como era llamada a inicios del siglo XX, también es conocida como la Capital de los tres ríos, ya que en su territorio desembocan el Cauca y San Jorge, tributando sus aguas al majestuoso Río Grande de la Magdalena.

Desde el ingreso a la población sentí el ambiente de fiesta. La vía principal está congestionada por vehículos, especialmente motocicletas, que al parecer se han apoderado de la mayoría de las poblaciones del Caribe colombiano. Rápidamente noté que las personas buscaban el centro de la plaza de manera acelerada.

Los visitantes, venidos de todas partes del país y del mundo, sí, del mundo, en esta fecha podemos toparnos con personas de cualquier rincón del orbe para gozarse esta fiesta religiosa. Quizá por esto Magangué es conocida como una “ciudad cosmopolita”, como lo dice su himno. Calificativo que, por cierto, mis hijos ponen en duda, y no creen que Magangué sea universal, y se ríen, casi que en tono jocoso cada vez que me escuchan esta definición. Desconociendo que Magangué tiene más de 400 años de fundada y es un puerto fluvial, que la hace una ciudad con todas las ventajas que representa ser puerto.

Me dirijo a la Catedral. Templo ubicado en todo el frente del río Magdalena como vigilando el perenne devenir de las aguas en su búsqueda incesante del mar. Es inevitable que a mi mente se vengan recuerdos de mi niñez, cuando asistía a las novenas del dos de febrero en las madrugadas, y presenciaba la salida del sol, irguiéndose como por detrás del cauce de las aguas del río; y lo hacía más con el interés de comerme un rico buñuelo acompañado de una rica avena donde Posso, que con el ánimo de asistir a la misa.

¿Qué pasa en Magangué todos los 2 de febrero?, esta es la historia

A mediodía, cuando el sol y la alta temperatura están en su esplendor, los alrededores de la iglesia se han convertido en un hormiguero humano. El calor es abrazante, la temperatura es muy alta. Me arropa un calor soporífero, como diría García Márquez, que casi no me deja respirar, pero eso no me importa, vengo con la firme intención de escuchar la “Misa Mayor”, y me abro paso entre las personas, casi que a codazos, para ingresar al recinto religioso.

El interior de la Catedral luce divinamente adornada con rosas y claveles amarillos, colgados de cada una de las columnas de las naves interiores del recinto, que armonizan con el color blanco y dorado de su interior. Todo está estrictamente dispuesto para la celebración. A las doce del mediodía nos preparamos para proseguir la fiesta. Las autoridades civiles y militares, así como los invitados especiales a la misa mayor, se colocan a un lado del altar de la iglesia, sentadas en un lugar de honor. Aquí hacen presencia el alcalde, el gobernador y las autoridades militares de la población, y los infaltables creyentes, que estamos a esa hora del día sudando copiosamente, pero contentos porque pudimos ingresar a la basílica. Muchos fieles y visitantes, al igual que yo, estamos de pie. Me hago en un rincón del templo, que contradictoriamente no es muy transitado, e ingresa una leve brisa por uno de los ventanales, lo cual aminora la temperatura.

Los coros de la misa están amenizados por música instrumental. No puedo dejar de compararlos con “Las Soneras de Canapote de Cartagena”, grupo de esta iglesia conformado por señoras que amenizan los domingos las misas, que tiene un oído musical, un poco desordenado, pero dispuestas con inmensa alegría para tocar en la misa.

¿Qué pasa en Magangué todos los 2 de febrero?, esta es la historia

Terminado el ritual y siendo ya, más de la una del mediodía, siento una gran fatiga en mi estómago, y un amigo, casi sabiendo que soy un relojito para almorzar, me invita al “Festival del Bocachico”, otra actividad desarrollada dentro de la festividad religiosa. Este es un verdadero bacanal culinario, en donde el pescado insigne de esta región, el bocachico, es preparado en todas las presentaciones posibles: frito, en caldo, al cabrito, estofado o sudado. Por supuesto, mi preferido es el frito.

En horas de la tarde asisto a otro evento multitudinario que hace parte de la celebración: la Procesión de la virgen. Es un recorrido por varias calles de la población, que inicia en la Calle La Albarrada, paralela al río, invocando salves en cada esquina, que son mandadas a decir, por los residentes del sector, amenizado todo el camino con abundante pólvora; terminado el recorrido a eso de las dos de la madrugada, con el ingreso de la virgen nuevamente en la catedral. Este recorrido es la oportunidad que tienen los creyentes “para pagar sus mandas”, que no es otra cosa que devolver algún favor recibido por intersección de la virgen, por algún milagro recibido. Para expiar el milagro, el feligrés se coloca delante de la imagen de la virgen, algunos van caminando de espaldas los casi 10 kilómetros del recorrido, otras regalan cientos de velas a los asistentes, otros se obligan a cargar toda la noche la pesada estructura en madera donde va la imagen de la virgen, en fin, cada quien pagando a su manera el favor recibido.

Sin lugar a dudas esta celebración es una verdadera fiesta cultural y religiosa, con relevancia nacional. La agenda cultural incluye presentaciones de jazz, solos de saxofón y un cuarteto de jazz. Finalmente, pero no por ello menos importante, se lleva a cabo la Serenata a la Virgen de La Candelaria, ofrecida por una Coral de la Universidad de Bellas Artes (Unibac). Esta fiesta continúa el 2 de febrero del próximo año. Están todos cordialmente invitados.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS