Preparada para grandes retos, con una carrera paralela a su vida y la pantalla siéndole amigable cada vez que decide pasar por ella, la actriz colombiana Ana Lucía Domínguez sigue su tránsito sin prisas, pero con la certeza de que todo se ha hecho conforme a su criterio y esto le ha merecido respeto y éxito.
Canta, modela, actúa, esto último es su gran talento, el mismo que descubrió siendo aún una niña y que lejos de obviar por estudios u otras razones, se dedicó a cultivar para hacerlo su proyecto de vida, por eso hoy con tanto orgullo y poca edad, tiene el gusto de afirmar que se alista a cumplir 30 años como actriz.
Ana Lucía es una de las actrices con mayor reconocimiento internacional y ante esto recuerda que hace 20 años, cuando llegó a Miami invitada a participar de la famosa producción “Gata salvaje”, pudo experimentar lo que significa trabajar en proyectos que serán presentados a otros países y que motivarán un crecimiento más firme en la carrera, si así se desea.
Tras esa novela llegó el llamado para ingresar a “Pasión de gavilanes”, otro acierto si se tiene en cuenta la permanencia que ha tenido y que dio lugar a que sus actores pasaran más adelante por otros proyectos y se programara una segunda temporada, que aunque ella no la integra en esta oportunidad, permanece en el imaginario popular con su interpretación de Libia Reyes y Ruth Uribe.
Lo anterior la proyectó a otros países y la trasladó a México para grabar con Tv Azteca, también a Venezuela y Argentina, y si bien el éxito la ha acompañado, su interés en Colombia, su mercado natural, la hace volver una y otra vez para dar continuidad a su sueño, porque además se le ha tenido en cuenta por parte de los productores.
Los personajes
Dentro de esa dinámica actoral que la hizo nómada en Latinoamérica, Ana Lucía se asentó por cinco años en México actuando en la saga de “Señora Acero”, donde su personaje de “La Tuti” ha permanecido, regalándole el cariño del público.
Fue un tiempo intenso, que le dio enseñanzas y el tesón para encaminarse a los proyectos que realmente le seducen, y en ese sentir llegó el retorno a Colombia de la mano de una producción que nuevamente expone su capacidad interpretativa, y lo mejor, ante el mundo.
El regreso triunfal lo propició “Pálpito”, una serie diferente, con un gran elenco y una historia interesante, donde su personaje, Camila Duarte, se “roba” el corazón de una audiencia, dando lugar a un periplo por muchos países, alcanzando el número uno en la plataforma Netflix en la mayoría.
Ana Lucía se considera bendecida al poder transitar un camino sosegado y generoso en cuanto a los proyectos que emprende laboralmente, porque las propuestas no han faltado dentro y fuera del país.
La suerte estaba echada para interpretar a Camila, el casting tuvo lugar con mucha antelación y quedó, para su memoria, un tanto rezagado, toda vez que las grabaciones ya estaban adelantadas cuando recibió el llamado de las productoras de CMO para confirmarle que sería la protagonista.
El viaje fue inminente y la vinculación al proyecto fascinante, toda vez que debía compartir la trama con Michel Brown, un actor con el que más ha hecho series y novelas, un hermano de la vida, indica, entonces todo le dio más comodidad y con Sebastián Martínez, si bien no había trabajado, lo admiraba por su capacidad interpretativa.
El tema la cautivó de inmediato, sabía que la particularidad de la historia estaba destinada a ser un éxito, entonces preparar a Camila se convirtió en un reto, toda vez que la complejidad del personaje y sus estados de ánimo, lo exigían, trabajó mucho de la mano de sus compañeros y en eso ayuda mucho el compromiso, la experiencia y esos 30 años de carrera que ostenta con orgullo.
A la fecha, cuando “Pálpito” ha logrado todos los reconocimientos, Ana Lucía asegura que el proyecto y el personaje, representan uno de los retos más grandes que ha sorteado, además de ser el papel más importante hasta ahora, aparte de lo hecho en “Quién mató a Sara” y las novelas que le han dado afirmación en el medio.
Esta serie fue traducida a varios idiomas y eso la llevó a confines insospechados por los actores, estando en el Top 10 en países donde la televisión latina no es una fortaleza, lo que hizo que en su momento la actriz se sintiera divertidamente “poderosa” y en el corazón de la gente.
Creciendo con la televisión
De Ana Lucía Domínguez se sabe desde siempre. Sus inicios en comerciales y más adelante en la popular serie infantil “De pies a cabeza”, fueron su mejor carta de presentación para llevarla a un plano actoral profesional.
Lo anterior le da licencia para hablar de cada uno de los cambios que se han evidenciado en los últimos años. Estuvo en una de las primeras series que se hicieron en Colombia, su personaje de “Frica” fue muy llamativo, apelando a la actuación más natural que se ha involucrado con la realidad, dejándoles un margen de aprovechamiento para su proceso.
La transformación positiva va de la mano con estas series y aunque no ha sido fácil, ya sale en automático, como sucedió con Camila, un personaje muy natural y humano, llevándola a ser muy querida por los televidentes.
La nueva temporada la tiene emocionada, ya empezaron los viajes que enmarcan la vida que ahora lleva la protagonista y la expectativa es alta, toda vez que los libretos presagian que todo será mejor, aun cuando se tiene aprendido que las segundas partes son complejas, porque se deben siempre a la primera.
La empresaria
Paralelo a la televisión, Ana Lucía ha desarrollado su faceta de empresaria en asocio con su esposo, el también actor Jorge Cárdenas. Inicialmente la inquietud se materializó en el mundo de la moda, la línea se desarrolló en Colombia, pero cuando el trabajo actoral la mantuvo en México, todo se trasladó y justamente en ese momento llegó la pandemia y todo quedó en pausa. “ALD”, marca de esas prendas, sigue allí a la espera de un nuevo momento para reiniciar.
Como la idea es mantener su trabajo fuera de las pantallas, en esta oportunidad aprovecharon su permanencia en La Florida y crearon la solución a una de las necesidades más urgentes de los viajeros y turistas en esa zona de Estados Unidos, un servicio de alquiler de autos al que han llamado “Celebration”, en honor al poblado donde se gestó la idea.
El negocio ha tenido mucha acogida y en ocasiones Ana Lucía acude a entregar los autos, una tarea que la divierte cuando los clientes la reconocen por sus personajes y todo se vuelve más cercano, siendo parte de un proceso que le permite crecer de la mejor manera.
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