Andrés Parra, en el papel de su vida

Para muchos la leyenda de Pablo Escobar es historia vivida, para una generación más reciente implica fragmentos de hechos que no logran encadenar con otros igualmente sangrientos, pero que de plano no desconocen.
En el caso de Andrés Parra, el actor que personifica a este nefasto hombre en la serie “Escobar, el patrón del mal”, las cosas van más allá, pues cuando el capo se encontraba en plena ejecución de su violenta acción en Colombia, él tan sólo contaba con unos 10 u 11 años, pero aún así, creó una expectativa actoral y la superó.
Recuerda que tratar el tema en el colegio era prácticamente un tabú y sostiene que le quedan memorias muy vagas de tres episodios ocurridos con Escobar, uno de ellos tiene que ver con el estallido de una bomba en una Brigada cerca de su casa, donde hasta el ventanal de su habitación se rompió, también del impacto que causó en su familia el asesinato de Luis Carlos Galán, pues ese día, que fue un viernes, habían salido de paseo y el silencio generalizado de sus padres sigue en su memoria, así como la reacción del día que fue dado de baja el capo.

El encuentro con Escobar
Andrés Parra afirma que su verdadero encuentro con Pablo Escobar es ahora, cuando ha llegado a comprender la dimensión del personaje y la realidad que vivió y aún hoy se experimenta en Colombia.
La crítica lo ve igual en cuanto al físico, pero todo esto se debe a más de una hora de impecable maquillaje y una peluca que logra reproducir a la perfección la indomable cabellera de Escobar, ahora, la actitud, que es la que realmente lleva al televidente a sentirse cerca del capo, es la perfecta actuación de Parra que ya lo sacó de la recordación nacional con papeles anteriores y lo ubicó en uno muy real.
Andrés empezó a recrear el personaje cuando Juana Uribe, productora ejecutiva de la serie lo llamó y le confirmó la interpretación, para entonces estaba más gordo, fisonomía que se adaptaba perfectamente a los últimos días de Escobar, por lo cual empezó una dieta y un régimen de ejercicios, al tiempo que estudiaba audios y documentales, así como los artículos que pudo encontrar. Con esa información creó una especie de diario donde anota lo que cree le puede servir y más adelante se enfoca en la personalidad y cotidianidad del personaje.
Por tratarse de una personalidad tan extraña, el actor debió acudir a amigos psicólogos para ahondar un poco más en lo que era la mente de Escobar, por eso se acercó a todos los detalles y características físicas y durante tres meses estuvo atento a todos esos rasgos, hasta se aprendió la firma personal del extinto narcotraficante, fue una especie de obsesión, pero el personaje lo amerita.
Andrés Parra es consciente que interpreta a un personaje de amores y odios, pero desde su perspectiva buscó como lo podía hacer, habló con Juana Uribe para establecer el tipo de actuación que se quería y ella le explicó que sería una radiografía de lo que realmente pasó, para llevar a las nuevas generaciones a conocer esta etapa en la historia de Colombia.
La búsqueda era de un Pablo Escobar en toda su dimensión, entonces Andrés hace la interpretación de un maligno, que con su familia tiene otro comportamiento, pero además, el público va a experimentar varias facetas a lo largo de la serie. Él encarna a Escobar desde los 24 años hasta los 44, cuando muere.

Datos curiosos
Muchas curiosidades han resultado desde que Andrés Parra fue seleccionado para este importante papel. El actor comenta que antes de iniciar la grabación, fue tanto el tiempo que dedicó a estudiar sobre Escobar, que soñó muchas veces que hablaba con él, lo recuerda ataviado con el vestido que entró al Congreso, ahora no es tanta la presión y los sueños disminuyeron.
Parra se obsesionó con el personaje, pero aclara que no se dejó manipular por el mismo, entendió la mente de Escobar, pero no lo admira ni está de acuerdo con nada de lo que hizo o lo rodeó, ese estudio le ha dado la tranquilidad al entrar al set.
La serie no ha sido fácil por acercarse al formato de cine, tiene locaciones complicadas y de todo lo que ha hecho en televisión, este ha sido el papel más complicado. Una escena compleja para él fue la secuencia en los últimos instantes del capo, afectado, paranoico y traicionado, en el set se respiró eso, además que no es sencillo asumir el último instante de una persona.
Andrés define ésta como una experiencia fascinante desde el nivel actoral, como artista siempre buscó personalidades complejas y rasgos poco comunes, además de retos que impliquen un trabajo que rompa esquemas, Escobar reúne esas características y eso le llamó la atención, además de conocer y acercarse a un personaje que marcó la historia del país.
Ahora es reflexivo de la magnitud del proyecto, así como lo que significa para quienes quieren u odian al capo, de allí que tenía que formar un personaje serio, con una actuación objetiva, por lo que evitó acercarse a la familia o allegados y se centró en libretos y en lo que había extraído del estudio hecho.
Andrés Parra es consciente de que su vida no va a ser igual, no llegará otro papel así, es muy joven y puede permitirse un tiempo para que el personaje desaparezca y no lo encasille, de otra parte ha demostrado que puede ser camaleónico, Jaime Cruz y Anestesia fueron éxito en su momento y ahora en otros proyectos muestra toda su capacidad.
Largas jornadas de grabación ocupan su tiempo, con viajes a escenarios concretos y la satisfacción de una buena caracterización que ha pasado por los buenos comentarios de la crítica que ya ha llegado a describirlo como el “papel de su vida”.