Revista viernes


Guía práctica para elegir un posgrado

EN LAS ESPECIALIZACIONES CONFLUYEN PROFESIONALES DE MUCHAS ÁREAS, LLEGANDO A ABRIR UN CAMPO LABORAL INESPERADO AL INTERACTUAR CON PERSONAS DE OTROS MERCADOS

HEIDI LLANES

22 de febrero de 2019 07:54 AM

REVISTA VIERNES

22 de febrero de 2019 07:54 AM

Mientras se está en el colegio, la idea de “qué quiero ser cuando sea grande”, es generalizada, hace parte del crecimiento de cada persona con ansias de extenderse en todos los sentidos, así, los dos últimos años son definitivos en esa elección y al momento de pensar en qué estudiar, aparecen muchas opciones.

Esto cambia totalmente cuando ya se ha cursado un pregrado y el profesional empieza especialmente a enfocarse por un área del perfil ocupacional del programa que estudió, es cuando se busca profundizar en el quehacer de la profesión, allí radica la diferencia entre lo que significa escoger una profesión y más adelante un posgrado, indica Ana Carolina Donado, Coordinadora de matrículas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Partiendo de esto, es menester indicar que un pregrado brinda muchos perfiles ocupacionales, mientras que la especialización, como bien su título lo indica, es algo más directo y enfocado en un área del conocimiento específica.

¿Y ahora qué hago?

Una inquietud que asalta a muchos jóvenes una vez han recibido su título profesional es si deben aumentar sus conocimientos mediante títulos que le llevarán a propuestas tentadoras de trabajo, pues la competitividad es cada vez más alta.

Ante este interrogante, Ana Carolina Donado advierte que lo más sensato es no escoger inmediatamente el posgrado, lo más importante en ese momento es tener claro en el mundo laboral qué es lo que realmente le representa una fortaleza y gusto de ese programa que estudió.

En otras palabras, buscar qué es lo brindado por el mercado laboral con relación a ese programa y en qué área realmente se van adquiriendo experiencias para desempeñarlas, porque una especialización es un complemento al desempeño laboral. Cuando se dan esas premuras por cursar un posgrado, es muy común ver una persona desempeñándose en una labor totalmente diferente a lo aprendido, indica la experta.

Un tiempo prudente

Uno o dos años de experiencia laboral, antes de esta escogencia, permite identificar claramente hacia dónde va el futuro profesional de una persona, ese tiempo indica la necesidad para seguir creciendo en ese trabajo.

Es importante tener claridad hacia el futuro y conocer muy bien las especializaciones que presenta el mercado académico para emprender ese crecimiento profesional, indica Ana Carolina Donado.

Las opciones a seguir son muy amplias, no sólo está la especialización, en el nicho también aparecen las maestrías, paso muy acogido por algunos profesionales y en el cual también se debe tener claro desde el concepto, hasta la utilidad a futuro.

La especialización se cursa en menos tiempo y corresponde más al quehacer práctico del profesional, mientras que la maestría tiene un enfoque más profundo e investigativo, por lo que no debe haber lugar a equivocaciones.

Tras definir esa especialización o maestría, es importante revisar la mayoría de opciones que hay en el mercado, esto es básico, pues allí va a entrar la comparación y en ésta alternativa se debe tener en cuenta el plan de estudio, pues si bien el programa puede tener un mismo nombre en dos universidades, eso no indica que contengan el mismo pensum.

Cuando se ha decidido avanzar académicamente, el perfil que presenta la institución merece un estudio pormenorizado antes de emprender el programa, pues el enfoque varía y con él la preparación del profesional.

De otra parte, el reconocimiento y posicionamiento de la universidad entre los empleadores es muy importante al momento de cursar un posgrado, incluso más que con el pregrado, porque en este el estudiante recibe una formación general, mientras que al elegir la especialidad, es mucho más relevante quién la enseñó.

En el mismo sentido, se debe tener en cuenta el cuerpo docente de la institución, pues la diferencia es marcada en los catedráticos de un pregrado y un posgrado. Enseñar a profesionales requiere de más preparación, por tanto esos profesores deben gozar de un reconocimiento amplio en el universo laboral local o regional.

Y lo último a revisar, pero que no deja de ser importante, advierte Ana Carolina Donado, es el valor económico, que en muchos casos va ligado a variables que se pueden reflejar en el objetivo del programa escogido.

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