Cartagena, Colombia y el mundo están en emergencia, el Covid-19 nos obliga hoy a prepararnos psico-socialmente siendo responsables y solidarios ante la pandemia para afrontar el impacto emocional que provoca en la salud mental de todos los que la vivimos.
La experiencia es tan desagradable que los costes psicológicos más predictivos son síntomas fuertes de estrés agudo y angustia emocional que afectan el bienestar psicológico, más si se padece de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo compulsivo u otro tipo de ansiedad, donde las preocupaciones, miedos intensos y persistentes sobre su seguridad o la de sus seres queridos aumenta sintiendo que algo malo está por suceder.
Estudios demuestran que las personas con estas condiciones, en periodos de cuarentena presentan ansiedad de difícil o poco control, insomnio, bajo estado de ánimo, irritabilidad, estrés y en ocasiones depresión, dada su afectación por las alteraciones en la rutina, aislamiento social, desapego de la familia, temor al contagio, agotamiento emocional, inestabilidad laboral, además de los sentimientos que aparecen si infieren haber estar estado con personas contagiadas.
Los estresores en cuarentena están relacionados con el tiempo mismo del periodo, acentuando que a más tiempo, más afectación en la salud mental y mayor estrés postraumático al final del periodo, temor al contagio, escasez de suministros tanto para la epidemia como para la supervivencia, aburrimiento e incertidumbre en cuanto a las actividades y al confinamiento y por supuesto la desinformación recibida por las redes sociales; todo esto y más, genera confusión que dispara la ansiedad que todos tenemos y más las personas que padecen enfermedades mentales.
Por todo esto la Sociedad Interamericana de Psicología, ha sugerido recomendaciones, con el fin de mitigar este periodo, algunas de sus acciones son:
· Seguir las recomendaciones sanitarias oficiales, dando especial tratamiento a las diferentes medidas que se implementen para el cuidado de la salud colectiva.
· Guiarse por informaciones oficiales de los organismos competentes en salud y evitar información de dudosa procedencia.
· Instar a las instituciones profesionales de psicología a la conformación de equipos técnicos de atención y su respectiva capacitación especializada a través de medios virtuales para canalizar las consultas emergentes y la elaboración de estrategias psicoprofilácticas. Resulta primordial que los profesionales de la salud mental puedan llevar a cabo estrategias de atención psicológica para atenuar los impactos emocionales provocados por la extensión de la pandemia y las consecuentes medidas de aislamiento, entre otros fenómenos eventuales de crisis psicosocial. Desde luego con prácticas acordes a los principios éticos y deontológicos de la profesión.
Sin embargo y pese a todos los esfuerzos por la mitigación en los periodos de cuarentena, estos siempre están asociados a efectos psicológicos negativos que pueden perduran en ocasiones meses o años después de todo haber pasado, por eso es importante seguir algunas medidas eficaces que faciliten el manejo de estas situaciones y disminuyan los efectos en toda la población, más si padecen cualquier tipo de enfermedad en salud mental:
· Realizar pequeñas rutinas diarias para calmar la ansiedad, las cuales incluyen secuencia de respiraciones profundas, movimientos relajantes, auto instrucciones de pensamientos positivos.
· Realizar un listado de chequeo que permita revisar si está cumpliendo con todas las medidas necesarias para la situación que se tiene, sin extremarlas ni llevarlas a comportamientos impulsivos que por el contrario disparen pensamientos de peligro.
· Mantener la comunicación constante con la familia y amigos.
· Contar con un listado de líneas de atención de emergencia, tanto en profesionales de salud física como de salud mental a los qué pueda recurrir con facilidad.
· Utilice técnicas de control y manejo del estrés como la relajación muscular y la respiración profunda... entre otros.
· Mantenga el ejercicio como parte de su bienestar.
· Programé al menos una actividad que disfrute en el día.
· Poner en práctica algunas estrategias psicosociales como la reestructuración, que no es otra cosa que tener la capacidad para familiarmente redefinir el evento estresante, búsqueda de apoyo espiritual, y apoyo social entre otras.
· Consulte con un profesional en salud mental que pueda asistirlo a través del telepsicología.
Es importante en situaciones cómo estás que prime el altruismo y la coerción, ya que el miedo magnifica el riesgo y desestimarlo tampoco ayuda al manejo adecuado y a calmar ansiedades, alejándonos de las conductas adaptativas que hoy necesitamos.
NARLY BIBIANA MANTILLA B.
Psicóloga Universidad Pontificia Bolivariana
narlygyp@icloud.com
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