Desde finales del año pasado (2013), el Parque Flánagan estrena alumbrado nocturno permanente, permitiendo brindar seguridad y ser un atractivo adicional para propios y visitantes de Bocagrande, pues las 12 luminarias nuevas que lo componen emiten variados colores (Lea: Propuesta vial para Bocagrande y Tierra Bomba).
Las lámparas se prenden de manera automática mediante el sistema de fotoceldas, y se instalaron en torno de los cuatro árboles de caucho que oxigenan el lugar.
Fueron invertidos cerca de 4 millones de pesos en esta novedad.
Cada luminaria consta de un mecanismo técnico que le provee una gama de colores que va cambiando gradualmente por programación sistemática, de modo que son también luces decorativas que se suman al insuficiente alumbrado convencional que tiene el lugar.
“Estamos en el plan de mejorar por completo el entorno del Parque Flánagan, para espantar las cosas que puedan afectarlo; estamos insistiendo en ese proceso y para este año tenemos previstas otras mejoras, hasta lograr definitivamente que este espacio sea un punto de encuentro turístico en la zona para las personas que llegan de otras partes”, comenta Ignacio De Villarreal Porras, presidente de Asobocala (Asociación de Vecinos de Bocagrande, Castillo y Laguito).
Desde entonces ha aumentado la cantidad de gente que llega al parque, el cual está dotado también con servicio gratuito de wi-fi, para que la gente pueda conectarse inalámbricamente a Internet y navegar con sus equipos procesadores o celulares inteligentes.
“Con eso estamos garantizando que los ciudadanos que estén allí sean de otro nivel, con sentido de conservación y de pertenencia, ya que con su sola presencia van desplazando a aquellos que solo están pendientes de destruir las cosas”, complementa De Villarreal (Lea: Falta de cultura atenta contra el Parque Flánagan).
¿Y LAS BANCAS?
Hace bastantes meses Asobocala vio la necesidad de retirar las bancas del Parque Flánagan, exactamente tres, y lo hizo debido a que los indigentes y otras personas de conductas censurables, las tomaban para dormir y otros cometidos, alejando a los niños y adultos que buscaban momentos de integración en este sitio (Lea: Una tarde de risas para 58 niños con cáncer).
“Hasta que no tengamos todo controlado, de manera que el ambiente general del parque sea respetuoso y acogedor, no van a ser puestas las bancas, que deben ser para disfrute de todos los ciudadanos y no para otras cosas”, advierte el presidente de Asobocala.
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