Se esperaban menos asistentes para evitar las aglomeraciones, pero los motivos de los habitantes de Tierrabomba fueron más poderosos y, por eso, más de 100 de ellos vinieron hasta Cartagena en la mañana de ayer, para marchar por la igualad, el derecho al trabajo y, principalmente, para dejar claro que no permitirán que eliminen el embarcadero que existe detrás del Nuevo Hospital de Bocagrande.
Ese lugar, que históricamente les ha servido para el zarpe y desembarque de sus lanchas, ha sido el foco de la polémica en los últimos meses a raíz de la oposición hecha por algunos líderes comunales del sector turístico. Es por eso que, desde las 8 a. m. de ayer y por alrededor de dos horas, marcharon por diferentes calles y avenidas de Castillogrande, Bocagrande y El Laguito, para mostrar su rechazo a lo que consideran actos discriminatorios y para hacer un llamado a las autoridades para que de manera concertada se organice la zona y puedan continuar con sus actividades.
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“Los derechos fundamentales no se negocian. De esta zona no vamos a salir jamás. Aquí hay personas que no nos quieren en el territorio, pretenden mandar a nuestra gente y a las embarcaciones para el muelle de La Bodeguita y eso no sucederá. Este es el único sitio que nos permite llegar lo más pronto posible con un enfermo. Es imposible sacarnos a nosotros de ahí. Le pedimos al Distrito de Cartagena, a la Capitanía de Puerto y demás autoridades que nos sentemos para hablar de desarrollo, lo que sí podemos es mejorar el entorno y tener una mejor organización, pero allí nos quedamos, es un lugar de zarpe ancestral y no vamos a salir”, declaró el abogado Wilman Herrera, participante de la marcha y residente de Caño de Loro.
Cabe recordar que la isla de Tierrabomba se compone también de los corregimientos Punta Arena, Bocachica y Caño de Loro, sumando entre todos alrededor de 15 mil habitantes. La principal actividad económica es la pesca, seguida del turismo.
El delegado del espacio nacional de comunidades negras de Bolívar, Henry Guizamano, también marchó y lamentó que un pequeño grupo de residentes del sector turístico cartagenero les estén haciendo la vida difícil. “Son pocos, sabemos que no todos los que viven en estos barrios son así, pero esos pocos están moviendo a las autoridades en contra de la comunidad de Tierrabomba que presta el servicio de transporte detrás del hospital. Ellos alegan que los estamos afectando y que afeamos el espacio, no tienen en cuenta que esta actividad se realiza hace más de 100 años, es algo ancestral, de nuestros abuelos. Si hay que organizarse se organiza, pero no pueden desterrar a los tierrabomberos de este sitio”, afirmó el defensor de la causa.
(Lea: “El pueblo se respeta”: Tierrabomba se hacen sentir en Cartagena).
La manifestación no causó alteraciones al orden público ni provocó fuertes afectaciones a la movilidad en la zona. Los manifestantes hicieron el recorrido al son de las tamboras, cánticos y danzas autóctonas.
“El pueblo se respeta, el pueblo se respeta, el pueblo se respeta”, corearon una y otra vez los nativos, recibiendo la aprobación de trabajadores de la zona y de algunos residentes, como el integrante de la Junta de Acción Comunal de El Laguito, Duarte Alzamora, que los respaldó diciendo: “Ellos fueron primero que el barrio. Tierrabomba, su gente, son personas que nacieron aquí, se debe salvaguardar el derecho de esas personas. Quizá se necesite organización, eso es diferente, pero tienen el derecho total de estar aquí”.
El Universal conversó con algunos gestores comunales de la zona, como el presidente de la Junta de Acción Comunal de Castillogrande, Jesús Puello, quien dijo: “La protesta es válida. Ellos no solo reclamaron el embarcadero, sino también que no tienen agua, ni colegios. Pero esos reclamos deben hacerlos ante las autoridades y no ante nosotros como comunidad, porque no somos autoridad, pero entendemos su molestia. Cabe aclarar que desde Bocala no los hemos discriminado”.
Por su parte, Patricia Zablatzky, de la JAC de El Laguito, expresó su descontento con la supuesta discriminación de algunos vecinos. “No tenemos que echarle la culpa a la gente de Tierrabomba, aquí viene gente de todos lados y se quedan en apartamentos en El Laguito y vienen a hacer bulla hasta las 5, 6 y hasta 7 de la mañana. No culpemos a los nativos, ellos no deben cargar con el peso de las actuaciones de los demás”, indicó.
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