El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define al reciclador como “la persona encargada de recoger la basura depositada delante de las viviendas para clasificarla y revender lo aprovechable”. No obstante, es muy común ver en las calles de Cartagena a este tipo de ciudadanos que diariamente revisan los canastos y contenedores destinados para tal fin. (Lea: Los destinos típicos e inusuales del material reciclado)
“El reciclaje se ha convertido en la economía para personas de escasos recursos porque lo ven como sustento diario. Por eso admiro a todas esas comunidades que luchan por sacar adelante los temas ambientales. (...) Debemos concientizar a toda la ciudadanía para aprovechar estos residuos y no arrojarlos a las calles, sino separarlos en nuestras casas”, dijo Javier Cabarcas, director de la Fundación Ecológica Caribe Limpio. (También le puede interesar: Así es como una empresa colombiana logró reutilizar 30 mil toneladas de plástico)
Cabarcas mostró su preocupación por la mala disposición de residuos sólidos que tienen muchos habitantes de Cartagena. “La ciudad es bendecida porque está rodeada por muchos cuerpos de agua, pero lastimosamente están siendo afectados por millones de toneladas de basuras por la falta de cultura ciudadana”, aseguró.
Expertos en temas ambientales reiteran que la adecuada disposición de residuos reduce la emisión de gases de efecto invernadero, que influyen en el aumento del calentamiento global. A su vez, disminuye la contaminación del agua, aire y suelo.
Para evitar riesgos a quienes se dedican al reciclaje se recomienda la separación de los residuos desde casa. Para eso, el Ministerio del Medio Ambiente expidió la Resolución 2184 de 2019, en la que establece el código de colores blanco, negro y verde para los contenedores de basuras, canecas de reciclaje y bolsas que se utilicen en la separación de residuos en la fuente.
El blanco para depositar los residuos aprovechables como plásticos, botellas, latas, vidrios, metales, papel y cartón. El negro para residuos no aprovechables como el papel higiénico, servilletas, papeles y cartones contaminados con comidas, y papeles metalizados, entre otros. Y el verde para residuos orgánicos aprovechables como los restos de comida, desechos agrícolas, entre otros.
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