Cartagena no solo es una ciudad desigual en materia económica, sino también en asuntos de género, donde los hombres siguen teniendo ventaja sobre las mujeres para poder acceder a oportunidades laborales. Así lo evidencia un análisis realizado por Cartagena Cómo Vamos que con base en cifras del Dane mostró las diferencias que existen entre hombres y mujeres en materia de empleo.
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De acuerdo con el informe, la tasa de desempleo en Cartagena al finalizar el 2022 era de 10,9%, lo que representó una reducción en comparación al 2021, que fue del 12,2%. Sin embargo al analizar los datos de hombres y mujeres la realidad es desalentadora.
“Al revisar los resultados de 2022 por género, se evidencia que la tasa de desempleo en hombres fue de 6,3%, mientras que la de las mujeres fue de 16,1%. Al comparar esto con 2021, vemos que en hombres se redujo un 28% (era de 8,8%) y en mujeres solo se redujo un 0,2% (era de 16,2%)”, dice el análisis de Cartagena Cómo Vamos.
De esta manera, en 2022, la tasa de desempleo en mujeres fue 2,5 veces mayor a la de los hombres. “Este es un dato alarmante, pues la brecha se amplió con respecto a 2021, cuando era 1,8 veces mayor”, establece el informe.
Los estereotipos persisten
Cielo Puello Saravia, profesora e investigadora de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Tecnológica de Bolívar, manifestó que la ampliación de las brechas entre hombres y mujeres en 2022 arrastra consecuencias de la pandemia de COVID-19.
“Como lo evidencian informes elaborados por organismos multilaterales como la ONU u observatorios laborales como LaboUR, en el mercado laboral, las mujeres están vinculadas -mayoritariamente- a contratos a tiempo parcial, al trabajo informal o a empleos asociados al cuidado que no gozan de todas las garantías laborales ni de la valoración social necesaria que se refleja en una remuneración justa. Esto las hizo especialmente vulnerables a las consecuencias negativas de los recortes de distinta índole asumidos por diversos empleadores, así como a las restricciones implementadas durante la pandemia”, dijo Puello, quien también es magíster en Estudios de la Cultura y tiene experiencia en investigación en ciencias sociales con enfoque diferencial.
De acuerdo con la docente, a esto se suma la distribución desigual de las labores del cuidado en el hogar, las cuales fueron en su mayoría relegadas a las mujeres con base en estereotipos de género.
“Las mujeres asumieron mayoritariamente tareas como la atención de menores de edad -que no estaban asistiendo presencialmente a las escuelas- y adultos mayores, así como otras tareas del cuidado como la limpieza y la preparación de los alimentos. Estas labores, además de estar feminizadas en nuestro contexto, no son remuneradas y ampliaron las horas de trabajo diario tanto para quienes contaban con empleos remunerados como para quienes no”, afirmó.
En este punto Cartagena Cómo Vamos también destacó que a pesar de que se dio una reactivación económica, este proceso fue inequitativo, pues las mujeres han tardado más que los hombres en recuperar sus puestos de trabajo.
El rol de los empleadores
La profesora Cielo Puello Saravia destacó que con el ánimo de disminuir la brecha entre hombres y mujeres debe existir un compromiso por parte de los empleadores públicos y privados.
“Solamente de este modo se podrán idear estrategias adecuadas a las necesidades puntuales de sus contextos. Esto puede referirse a incrementar la contratación de mujeres, a mejorar sus condiciones (tipo de contratación), o a cerrar posibles brechas salariales”, manifestó.
A esto, de acuerdo con la investigadora, deben sumarse políticas que busquen una mayor equidad. “Por ejemplo, políticas que faciliten la realización de las tareas del cuidado, como la crianza de niños y niñas, que aún están recayendo fundamentalmente sobre las mujeres. Son pocas las empresas que cuentan con guarderías en las que los hijos de sus empleados puedan recibir atención durante la jornada laboral”, dijo Puello.
Igualmente, a nivel del Estado, la docente resaltó la importancia de que se equilibren las licencias de maternidad y paternidad, tal como ha ocurrido en otros países. “Esto desestimulará prácticas discriminatorias a la hora de contratar a las mujeres, que son asumidas por algunos empleadores como posiblemente más costosas o menos productivas porque están en edad fértil. Además, esto ayudaría a combatir estereotipos que desvinculan a los hombres de las labores del cuidado”, puntualizó.
Desde la Alcaldía de Cartagena manifestaron que tienen dos programas para fortalecer la empleabilidad y el emprendimiento en las mujeres: “Centros para el emprendimiento y la gestión de la empleabilidad en Cartagena de Indias” y “Mujeres con autonomía económica”. Ambos son liderados por la Secretaría de Participación y Desarrollo Social.
“Como objetivos generales se busca la vinculación de personas laboralmente, por supuesto con un enfoque de género en donde se priorizan mujeres, juventudes y personas con discapacidad que son nuestros grupos de valor y en la formación de competencias específicas acorde a los diagnósticos laborales”, explicó la Secretaría.
De acuerdo con la dependencia, a las mujeres también se les abren espacios de participación en procesos de emprendimientos y encadenamientos productivos con enfoque diferencial, y en formación de artes y oficios con asistencia técnica. También existen procesos de empleabilidad dirigidos a mujeres víctimas de violencia de pareja.
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