En noviembre de 2015 se constituyó en Cartagena la sociedad de economía mixta Mercabastos, con el fin de promover, gestionar e impulsar la construcción y funcionamiento de una central de abastecimiento mayorista y minorista de la ciudad. En otras palabras, permitiría trasladar el mercado de Bazurto y cumplir un fallo del 2011 del Tribunal Administrativo de Bolívar.
Pese a los múltiples cuestionamientos que hubo sobre esta sociedad, todo indicaba que el proyecto saldría adelante y se construiría en un predio de una extensión de 18 hectáreas, junto a la vía La Cordialidad, transversal 54 kilómetro 12, en el denominado Triángulo de Desarrollo Social.
En el cronograma inicial del convenio con la Alcaldía se dio un año, del 1 de enero de 2016 al 1 de enero de 2017, para socializar con los vendedores de Bazurto y aterrizar los diseños a sus necesidades, de tal manera que a partir de la fecha comenzara la construcción de la central. Sin embargo, con la captura de Manolo Duque y los constantes cambios de alcalde, el proyecto empezó a perder fuerza hasta llegar a su punto más crítico.
La última gran traba fue en abril de 2019, cuando tuvo que ser suspendido luego de una demanda de nulidad presentada por el expersonero Fabio Yesid Castellanos contra el acuerdo expedido por el Distrito para ceder gratuitamente el lote donde se construiría la central de abastos.
Esto se resolvió en septiembre del mismo año cuando el Tribunal Administrativo de Bolívar negó las pretensiones y dio vía libre para que se suscribiera un acta de reinicio del convenio y una nueva fecha para el comienzo de las obras. Según conoció El Universal, pese al espaldarazo del tribunal y luego de tantos años de aplazamientos y líos jurídicos por el lote, Mercabastos entró en liquidación, pues el negocio solo ha dejado pérdidas.
“La sociedad se liquida por voluntad de los socios y el Distrito es uno de ellos, pero cuando se hizo la proposición el representante de la Alcaldía dijo que se abstenía de votar, nunca dijo que se oponía a la liquidación”, afirmó Hernando Osorio, representante de la sociedad jurídica y encargado del proceso.
Explicó que durante estos años los privados han gastado mucho dinero en la estructuración del proyecto, los gastos administrativos y el pago del personal. Además, que hay unas obras de infraestructura que el Distrito debe hacer porque son básicas para el proyecto, como la intervención del canal Chía María ll (para que no se inunde el lote), y a la fecha no se han ejecutado. “Es un proyecto que para que funcione debe tener la voluntad integral de la administración. Nosotros no tendríamos inconvenientes en seguir haciendo el esfuerzo, pero necesitaríamos que la administración también esté dispuesta”, afirmó Hernando Osorio. Agregó que los socios nunca hubiesen querido que el proyecto fracasara. “De tal manera que, si por alguna circunstancia, la Alcaldía quisiera hacer algún esfuerzo para que el proyecto no fracase, la empresa estaría dispuesta a hacerlo”.
Osorio reconoció que durante el 2020 la sociedad tuvo un acercamiento con la entonces secretaria General, Diana Martínez Berrocal, pero luego de su suspensión no se volvió a hablar del tema.
“Ya nosotros presentamos un derecho de petición pidiéndoles que nos reciban el terreno. Ellos dirán sí lo aceptan o si nos sentamos, negociamos y vemos qué hacemos. Nosotros estamos abiertos al diálogo”. Añadió que, si el Distrito acepta la devolución del lote, se cancela el fidecomiso respecto al predio para que vuelva al patrimonio de la ciudad, ya que en este momento el predio está en un patrimonio autónomo.
“El predio debe ser devuelto limpio, sin invasiones y ese es otro problema. Tenemos unas personas allá cuidando el terreno para que no invadan porque esa es una responsabilidad de la empresa y podría traer un problema para nosotros. Todo eso lo hemos tenido que pagar porque el Distrito no ha sacado un peso”.
Finalmente, el abogado recalcó que la disolución de Mercabastos es una pérdida para la ciudad y que si la Alcaldía considera que eso debe hacerlo otra persona u empresa, no hay ningún lío.
“Es un negocio como cualquier otro y las personas que están vinculadas a esta empresa no son de las que piensan que se van a ganar una plata solo por estar ahí, saben que deben trabajar y exponer un capital, pero si les dices que no lo van a hacer está bien, no hay problema”.
Cabe destacar que tras el anuncio de los socios sobre la eventual disolución y liquidación, “la administración Distrital se encuentra estudiando jurídicamente la decisión tomada”.
Ante el escenario que se abre con la liquidación de Mercabastos, una de las dudas que surge es qué pasará con el traslado del mercado de Bazurto.
Al respecto, desde la administración “Salvemos Juntos a Cartagena”, liderada por el alcalde William Dau, se manifestó que en la agenda de Gobierno está presente resolver los problemas más trascendentales de la ciudad, entre los que se encuentran los relacionados con la plaza pública del mercado de Bazurto. “Se entiende que se deben buscar soluciones definitivas que ayuden a generar bienestar a nuestros habitantes. El Gobierno distrital en su Plan de Desarrollo, y dentro de la Línea estratégica “Desarrollo Económico y Empleabilidad”, cuenta con el Programa Sistema de Mercados Públicos, en el que se tiene contemplada la construcción de una Central de Abastos Mayorista y 3 mercados sectoriales, que defina condiciones óptimas para una mejor economía de mercado, con mayor consumo y ventajas en la protección, control y supervisión del mismo”, señaló Adelfo Doria, secretario General del Distrito.
Mercabastos se constituyó luego de una solicitud del exalcalde Dionisio Vélez Trujillo. Del proyecto hacen parte Invercomer S.A.S, Megatiendas Supermayorista S.A.S, Distribuidora Universal, Veneplast Ltda, Codifa S.A.S, Mosel S.A.S, Martínez Caballero S.A.S, el 5% de los comerciantes minoristas y el Distrito con una participación del 10%.
“El negocio es: Mercabastos construye un edificio (mercado minoristas) equivalente al valor del lote, que en su momento estaba en 26 mil millones de pesos; y cuando se lo entreguemos al Distrito nos libera el resto del lote”, explicó en su momento el exgerente Juan Camilo Jaimes. En otras palabras, el Distrito quedaría con la titularidad de una central construida en 2.5 hectáreas, pero le entregaría a los privados 15.5 hectáreas.
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