Buscando un mejor futuro salió hace dos años de Venezuela la señora María Isabel Morales. Tenía 50 años cuando emprendió su camino hacia Colombia y encontró alojo en la vereda El Jobo, en El Carmen de Bolívar. Allí, con su pareja sentimental, empezó una nueva vida y halló tranquilidad hasta que, de manera repentina, le sobrevinieron dolores en la mandíbula. ¿Qué tenía? La respuesta le dio otro giro de 180 grados a su vida: María tiene cáncer maxilofacial.
La mujer, hoy con 53 años, lleva varios meses en una habitación del Hospital Universitario del Caribe, luchando con fuertes dolores, con abscesos en su rostro y con una incertidumbre que no la deja tranquila. Lo peor es que no cuenta con permiso de residencia por parte de Migración Colombia y no tiene EPS que le autorice el traslado a una clínica especializada donde la intervengan quirúrgicamente para combatir su padecimiento.
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A principios de diciembre el HUC envió a Migración una solicitud para que tramitara el registro de salvoconducto de la mujer, para así afiliarla de forma urgente al sistema de salud para los debidos procedimientos intrahospitalarios y quirúrgicos, ya que padece “carcinoma escalo celular moderadamente diferenciado con queratinización individual en región de tejidos blandos de región mandibular izquierda con aumento de tamaño a lesión previa, con lesión en región submandibular, con cambios en la piel, posible adenitis abscedada y en tratamiento antibiótico. Está a la espera de remisión a un centro de cirugía de cuello y cabeza oncológico”.
“Tiene células malignas y una masa interna que le ha arropado los molares, así que no puede comer bien ni tolerar el dolor intenso que le da a todo momento. El sábado pasado se le reventó uno de los abscesos, su vida está en riesgo”, contó la persona que conoció la situación de María y empezó las gestiones para ayudarla. “No quiero morir, no es justo que por un papel me tengan en esta situación, ayúdenme. Estoy hablando, pero después de hablar me tienen que inyectar porque me duele mucho la boca”, manifiesta María entre lágrimas.
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Por su parte, desde la Secretaría de Salud de Bolívar tomaron atenta nota y aseguraron que se pondrán al frente del tema. “Es un caso muy complejo, le dimos traslado a la dependencia que puede estudiar qué posibilidades se tienen (hay que esperar respuesta tras el análisis). La norma indica que los residentes de otros países en Colombia deben tener definido su estatus migratorio para tener acceso a los servicios de salud, que son de obligatorio cumplimiento de las EPS, pero media una afiliación para la prestación de servicios ambulatorios. Para las urgencias esto no es requisito, pero para cirugía programadas sí”, señaló un vocero.
De otro lado, el Dadis indicó que enviará el caso a Aseguramiento para ayudar cuanto antes.
Este medio intentó obtener una respuesta de Migración, pero no fue posible. Sin embargo, se conoció que hace poco funcionarios de este organismo llegaron directamente al hospital a llevar el tan anhelado permiso.