Con un video que divulgaron a través de las redes sociales para que la ciudadanía cartagenera conociera su situación, los habitantes de Bajos de San Isidro mostraron la angustia en que permanecen al no tener el servicio de energía eléctrica.
Ya a finales del 2021 la comunidad había manifestado su inconformidad con los altos valores en las facturas y advirtieron con tomarse las vías de hecho para exigir cobros justos. Y recientemente, los mismos residentes lamentaron que la situación no se arreglara, y por el contrario la empresa prestadora del servicio les haya cortado la luz.
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“Esta manifestación es contra Afinia que desde el año 2020 empezó a cobrar por el servicio pero abusando de esta comunidad. Los recibos nos llegan por 300, 400, 500, 600 y 700 mil pesos, no sabemos de dónde sacan esos consumos tan altos, es absurdo. Ahora nos mocharon la luz y nos dejaron pasando mucho trabajo”, señaló una de las denunciantes.
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Doris Parra Sotomayor es una adulta mayor que permanece en silla de ruedas a raíz de una afectación cerebral y en su vivienda tampoco hay luz. Su familia pide a Afinia que revise la forma de medición del consumo porque no está acorde a la realidad.
“La señora Doris es especial, ella no puede estar bajo el calor, allí son muy pobres y el recibo les llegó por $360 mil. Hemos metido dos derechos de petición a Afinia solicitándole que nos haga el favor de arreglarnos las altas facturas y no nos ha atendido, lo que hicieron fue cortarnos el servicio”, añadió otra afectada.
“La medición está desfasada”: veedor
El veedor ciudadano Diego Pedroza, que acompaña a Bajos de San Isidro con su lucha, manifestó que profesionales del área han hallado en el sector redes obsoletas y transformadores botando aceite, que podrían estar propiciando un consumo inexacto.
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“Ellos no tenían medidores en sus casas, siempre habían usado un contador comunitario, y desde el 2020 los legalizaron pero los compromisos no se han cumplido, les dijeron que iban a pagar valores módicos y no ha sido así. Técnicos electricistas amigos fueron a hacer un censo de carga y encontraron que en cada casa hay máximo una nevera con una lavadora más un televisor. Casi nadie tiene aires acondicionados, son gente en extrema pobreza. El censo nos dio que por vivienda deben pagar entre 60 y 90 mil pesos, sin embargo la realidad es que las facturas les llegan 10 veces más caras, es absurdo, algo está fallando. Necesitamos una mesa de diálogo para encontrar soluciones”, señaló Pedroza.
Este medio se comunicó con Afinia para conocer su versión sobre este caso, pero hasta el momento no se ha pronunciado.
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