En pocos días, la primera sonda lunar de Corea del Sur estará en camino a la Luna. El artefacto llamado Danuri, que significa “disfrutar de la Luna”, debería llegar a su destino a mediados de diciembre y orbitará durante un año. Los investigadores están ansiosos por los datos que brindará.
Danuri tomó más de seis años en su construcción y costó 237 mil millones de won (180 millones de dólares). Corea del Sur estudiará con ella aspectos de la Luna que van desde su antiguo magnetismo hasta ‘castillos de hadas’ de polvo esparcido por su superficie.

Los investigadores también esperan que la nave, oficialmente llamada Korea Pathfinder Lunar Orbiter, encuentre fuentes ocultas de agua y hielo en áreas que incluyen las regiones oscuras y permanentemente frías cerca de los polos.
Un peldaño ambicioso
El equipo detrás de Danuri develó que la misión abrirá el camino para los planes más ambiciosos de Corea del Sur en torno al aterrizaje humano en la Luna para 2030. “El éxito de Danuri asegurará la futura exploración planetaria. Todos están tan felices y emocionados, y se notó en las grandes filas de personas que se despidieron del orbitador, empacado de manera segura en un contenedor, en su camino hacia el aeropuerto el pasado 5 de julio”, expuso Kyeong-ja Kim, geocientífico planetario del Instituto Coreano de Geociencia e investigador principal de uno de los instrumentos de Danuri, un espectrómetro de rayos γ.
“La nave espacial está lista para el lanzamiento. No obstante, hasta el momento del lanzamiento, revisaremos todos los sistemas una y otra vez”, explicó a la revista, Eunhyeuk Kim, científico del Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI). Los coreanos, como dicen, son perfeccionistas pues aún siguen preocupados de que todo salga bien.
Una hora después del lanzamiento, la nave espacial de 678 kilogramos se separará del cohete y KARI tomará el control, extenderá los paneles solares de la nave y desplegará su antena parabólica.
“Es genial ver que cada vez más países envían sus propios orbitadores y se suman a la comprensión global de lo que sucede en la Luna”, dijo Rachel Klima, geóloga planetaria del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland (EE. UU.), quien forma parte del equipo científico.
¿Castillos de hadas?
Así llaman los científicos a pequeñas torres de polvo y roca que hay en el suelo lunar. Danuri llevará cinco instrumentos científicos innovadores. Entre los más emocionantes está PolCam, que será la primera cámara en órbita lunar en mapear la textura de la superficie de la Luna usando luz polarizada. Los polarizadores son populares para las observaciones de la Tierra, como las que estudian la vegetación, pero no se han enviado para estudiar la Luna, según explicó Nature.
“Al capturar cómo la luz se refleja en la superficie lunar, PolCam podrá revelar características como el tamaño y la densidad de los granos de polvo y roca. Esto podría ayudar a estudiar objetos inusuales como las diminutas y porosas torres de polvo llamadas estructuras de castillos de hadas. Estas estructuras no se pueden reproducir en la Tierra debido a su mayor gravedad en comparación con la Luna, lo que las hace difíciles de estudiar”, precisó la geóloga Klima.
Otro instrumento muy vanguardista es ShadowCam, una cámara de alta sensibilidad provista por la NASA que tomará imágenes de las regiones permanentemente sombreadas de la Luna, desprovistas de luz solar. La cámara deberá depender de la luz dispersa, como la de las estrellas lejanas, para capturar imágenes de la topografía de la superficie.
Desde poco después de la formación de la Luna, los materiales volátiles, como el agua de los cometas, han rebotado en su superficie y han quedado atrapados en estas regiones muy frías, dice Klima. “Tenemos miles de millones de años de historia del Sistema Solar encerrados en las capas de estas trampas frías”. Al brindar a los investigadores una vista del terreno en estas regiones e identificar regiones más brillantes que podrían ser depósitos de hielo, ShadowCam podrá informar futuras misiones de aterrizaje para estudiar esa historia, aseguró la científica.
Magnetismo
Los investigadores esperan que los datos recopilados por el magnetómetro de Danuri (KMAG) ayuden a resolver un misterio. La superficie de la Luna muestra regiones altamente magnéticas; esto sugiere que durante cientos de millones de años en el pasado de la Luna, su núcleo generó un campo magnético casi tan poderoso como el de la Tierra, a través de un proceso conocido como dínamo.
Así expuso a Nature, Ian Garrick-Bethell, científico planetario de la Universidad de California, quien será el responsable de interpretar los datos de KMAG. Pero los científicos están desconcertados por cómo el núcleo de la Luna, que es mucho más pequeño y proporcionalmente más alejado de la superficie que el de la Tierra, podría haber alimentado una dínamo tan intenso y durante tanto tiempo. KMAG tomará medidas precisas del campo magnético de la Luna para ayudarlos a comprender esto.
El equipo KARI aún no ha decidido si reducirá la órbita de Danuri después de que se complete la misión de un año y, finalmente, haga un aterrizaje forzoso de la nave en la Luna, acotó Eunhyeuk Kim. Alternativamente, dijo, el equipo podría enviar la cápsula a una órbita más alta que podría verla deslizarse durante muchos años más.