Colombia


En diciembre, a comprar un solo paquete de velitas por familia

La tradicional celebración del Día de las Velitas, que ya está a menos de un mes, se está viendo a oscuras por la escasez de parafina.

COLPRENSA

15 de noviembre de 2021 12:47 PM

La tradicional celebración del Día de las Velitas, que ya está a menos de un mes, se está viendo a oscuras por la escasez de parafina que se ha presentado en las últimas semanas en Colombia. Una situación que ha llevado a un aumento en los precios de estos productos y tiene en vilo a las cerca de 2.000 empresas del sector.

Y es que, aunque Ecopetrol anunció en días pasados que su planta de parafinas de la Refinería de Barrancabermeja ya retomó operaciones luego de un mantenimiento que tomó más tiempo de lo esperado, esto no bastaría para suplir la alta demanda decembrina.

¿Alcanzar un imposible?

Normalmente en el mercado nacional se consumen 2.000 toneladas de velas al mes, una cantidad que se incrementa durante septiembre, octubre y noviembre, períodos en los que se demandan alrededor de 3.000 toneladas. Así lo expresó Yohanna Ávila, representante de la Cooperativa Multiactiva Nacional de Fabricantes de Velas y Velones (Coopfanalvelas).

“Las 300 toneladas de parafina que comenzó entregando Ecopetrol no son suficientes. Y así aumente esta producción, no se alcanzará a suplir la demanda. Para este año vamos a tener disponibles unos 30 o 40 millones de velitas, es decir, cinco veces menos la producción normal. En este momento, alcanzar la producción plena para el día de velitas es imposible”, apuntó Ávila.

A su turno, Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, insistió en que la planta de la petrolera que produce parafina estaba en mantenimiento, algo que tomó más tiempo del esperado por motivo de la covid-19 y por algunos insumos que se vieron impactados por demoras en las cadenas logísticas internacionales.

Asimismo, mencionó que con el arranque nuevamente de la planta esperan producir alrededor de unas 60 toneladas de parafina diarias. “El compromiso es tener la materia prima disponible para que llegue a los comerciantes y a las personas”.

¿Un paquete por familia?

A pesar de que esta situación es generalizada en el país, las afectaciones por la escasez de parafina no se han dado en igualdad de proporciones. Según Ávila, los estratos bajos son los más perjudicados, ya que, por lo general, estos acceden a las velas a través de los pequeños comercios o de vendedores informales. Por el contrario, los estratos 4, 5 y 6 adquieren estos productos en almacenes de cadena.

“Las grandes superficies se están abasteciendo con normalidad, porque de por medio hay contratos que obligan a las fábricas de velas a cumplirles con la producción. Pero, en los estratos bajos los consumidores finales suelen comprar las velas en las tiendas de barrio o a vendedores informales; además de que lo hacen en el último momento, por lo que lo más probable es que no encuentren velas para esas fechas”, añadió Ávila.

Añadió que, en vista de que es casi imposible que se logre suplir la demanda para esas fechas, la recomendación es que si un hogar normalmente compraba dos o tres paquetes de velas para el 7 de diciembre, este año adquiera solo uno. “Así la mayor cantidad de los hogares podrá tener acceso a las velitas para celebrar la tradición”.

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Importar no es alternativa

Carlos Giraldo es uno de encargados de Velas Don Pedro, una tradicional fábrica paisa de velas y velones que lleva 39 años en el mercado. Su producción, al igual que en muchas partes del país, también disminuirá significativamente para la temporada navideña.

“Normalmente producimos entre 400 y 500 toneladas de velas para el siete de diciembre. Actualmente hemos sacado solo unas 150 toneladas. Aunque la fábrica de Ecopetrol ya retomó, la situación sigue siendo muy incierta y las importaciones en este momento no son una opción. Estamos muy contra el tiempo, sale muy costoso por el aumento de los precios de los fletes y, además, grandes productores de parafina como China, Alemania y Brasil también presentan escasez del producto”, apuntó Giraldo.

El empresario aclaró que esta crisis que se está presentando no fue por falta de programación ni de visión para presupuestar una temporada, sino porque no tuvieron la suficiente información en el momento adecuado para tomar las medidas correctivas en el corto o mediano plazo.

Por su lado, Ávila anotó que pensar tanto en importaciones como en sustitutos de las velas en este momento es difícil. “En el campo la gente puede prender mecheros con ACPM. En la ciudad esto no se recomienda porque es peligroso. Es difícil encontrar un sustituto para las velas porque es más una tradición. Lo que sigue es la temporada de Semana Santa, ya habría que pensar si empezamos a importar desde diciembre”, dijo.

Por todo lo anterior, las fábricas de velas en el país podrían percibir pérdidas de hasta $500 millones. También, según las estimaciones, una empresa como Don Pedro estarían dejando de generar en el sector entre 60 y 80 empleos directos y unos 400 indirectos.

Además de que esté en vilo este año la tradición de prender velitas de colores en la noche del siete de diciembre, la preocupación mayor es que muchas empresas, en especial las más pequeñas, vayan a la quiebra.

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