En la conmemoración de los seis años de firma del acuerdo de paz con las Farc, la ministra de Cultura, Patricia Ariza, pidió una mayor representación de mujeres en la mesa de diálogos con el ELN.
“Es propicio que la delegación gubernamental en la negociación con el ELN sea paritaria y a ella se integren defensoras de Derechos Humanos y lideresas sociales, estas mujeres sabías que han sabido construir la paz en los territorios“, sostuvo la ministra.
Y agregó que las mujeres: “Merecen estar en la negociación política con el ELN pero desde ya. Seguramente la paridad podrá bajarle testosterona política a la negociación, las armas les imprime a quienes se enorgullecen de su uso perverso un sentido de poderío inconmensurable”.
En la mesa de negociación solo un 33%, aproximadamente, son mujeres. Por parte de la delegación del Gobierno están la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro antiguo comandante del M-19 –movimiento en el que militó Gustavo Petro–, que fue asesinado en 1990 cuando era candidato a la presidencia tras firmar el acuerdo de paz entre la guerrilla que lideraba y el Gobierno.
También figura en la mesa Dayana Paola Urzola Domicó, lideresa del pueblo ancestral Embera Katio, que también se desempeñó como coordinadora nacional de juventud de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).


Patricia Ariza.
Olga Lilia Silva López, quien es defensora de derechos humanos, especialmente de niños, campesinos e indígenas. Además, es abogada graduada de la Universidad Nacional de Colombia y vocera de la plataforma Coordinación Colombia Europa Estados Unidos.
Y finalmente Rosmery Quintero, en representación del sector productivo, actualmente se desempeña como directora de la Asociación colombiana de las micro, pequeñas y medianas empresas (Acopi).
Por parte del ELN tres mujeres están en la mesa: Violeta Arango Ramírez conocida como alias “Violeta”, a quien la Fiscalía General de la Nación señala por su participación en el atentado del Centro Comercial Andino en Bogotá en el año 2017 en el que tres mujeres murieron y otras 10 personas resultaron heridas.
María Consuelo Tapias es otra de las mujeres en la delegación del ELN y es integrante del frente Darío Ramírez Castro. Hace parte de la guerrilla desde los años 90. Por último figura Silvana Guerrero, licenciada en educación básica e ingeniera que hace parte del grupo armado desde hace más de 20 años.
El conflicto armado colombiano ha afectado de forma cruenta a las mujeres del país pues los cuerpos de estas han sido usados, muchas veces, como territorio de guerra. Además han sufrido violencias de género y han perdido hijos, padres, hermanos y abuelos, viéndose forzadas asumir en muchas ocasiones los roles de los ausentes. También se registra que han tenido que posponer sus planes de sus proyectos de vida.
Estas vulneraciones contra las mujeres en medio del conflicto armado han venido de todos los actores armados, ellas también han padecido secuestro, reclutamiento forzado, lesiones por acciones bélicas, entre otra extensa lista de delitos.
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