Cartagena reabre las puertas del Teatro Adolfo Mejía a las 7 de esta noche, con una puesta en escena, con medio centenar de artistas.
Se trata del espectáculo musical, teatral, dancístico y de narración oral Sabrosura, esencia sonora de Cartagena, liderada por el cantautor y actor Boris García, con la participación de músicos tradicionales, la voz estelar del bolero local Cenelia Alcázar, el cuentero Luis Carlos Betancourt, las voces de la champeta Louis Towers, la sorpresa de la actriz Yeimy Paola Vargas, encarnando a Cartagena.
La obra ha ido enriqueciéndose en sus apuestas y desafíos, y el humor Caribe, ingenioso, divertido, imaginativo, como conductor de las historias. La desmesura d e la palabra hablada y el ritmo y belleza de la palabra cantada.
No es el mismo espectáculo que vieron los espectadores hace algunos meses, porque la misma propuesta colectiva ha contado con los ingredientes de actores y gestores culturales locales, y se ha ampliado en memoria regional, rescate de personajes populares e interpretación de músicas que cruzan la memoria cartagenera, porros como Pie Pelúo o Las cosas de Goya, que nos relatan el episodios de músicos cartageneros y recuerdos de peloteros legendarios. La música integrada a la historia, a la escena, a la danza, al video, y otra vez, surcada por el aporte y las sugerencias de historiadores, músicos y artistas.
Abrir todas las puertas
El Teatro Adolfo Mejía, el escenario emblemático de los cartageneros, espera reabrir no solo las puertas hacia la calle, en un experimento de socialización y popularización de eventos gratuitos, sino que espera a su vez, reabrirlas de manera integral, con el concurso de toda la ciudadanía, buscando la sostenibilidad de una agenda que dialogue con los mismos cartageneros, pero que dialogue con el país y el mundo, en alianzas que enriquezcan lo público.
“No ha sido fácil este experimento de este espectáculo”, dice Boris García a El Universal. El espectáculo ha pasado por diversos filtros sociales y culturales, para regresar a escena, decantando sus contenidos y sus nuevos aportes musicales que la amplían, complementan y buscan encontrar la esencia de la cartageneidad”.
Diálogo entre artistas
La apertura de esta temporada de espectáculos con participación de artistas cartageneros, abre la posibilidad de que otros creadores asuman la propuesta de presentar iniciativas para ser compartidas y disfrutadas por el público en general.
La sabrosura cartagenera nunca se acaba
Cartagena es una sabrosura inagotable, porque ajá, tu te imaginas que todo el mundo sea europeo o asiático, o todo el planeta mirara hacia el mismo lado, la cosa fuera bien aburrida.
Alvaro Cepeda Samudio decía que Bogotá empezó a ser un poco menos triste, el día en que llegaron los negros y las negras.
Y Cartagena, dime tú, es una ciudad donde siempre ocurre algo cada día. Y si no ocurre nada, a alguien se le ocurre darle cuerda a la lengua. La gente amanece y anochece hablando.
La habladera es parte de la cotidianidad. Si no que lo diga, Luis Carlos Betancourt, Lucas, que no cruza una cuadra cuando ya lo embisten tres historias de la gente.
Y aquí heredamos un poco para bien o mal, la solemnidad terrible del inquisidor que todo lo mide, juzga y desvaloriza, y la mirada del que ¿tú no sabes quién soy yo?, del conquistador español.
Las herencias se sancochan en una sabrosura en escena.
Y Boris García palotea el sancocho con todos los sabores de la música, el teatro y la danza.
Es que aquí la sabrosura nunca se acaba.
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