Cultural


El terrible drama que comparten Totó la Momposina y Petrona Martínez

Totó la Momposina (1940) y Petrona Martínez (1939), dos de las más grandes cantadoras del país, comparten el mismo drama tras retirarse de los escenarios.

GUSTAVO TATIS GUERRA

03 de octubre de 2022 12:42 PM

A raíz de la despedida de los escenarios de la legendaria cantadora Totó la Momposina (1940), con más de sesenta años de vida artística, ha salido a relucir la orfandad y desprotección social de los creadores y artistas que enriquecen el patrimonio, en contrapunto paradójico con la sostenibilidad económica de los mismos artistas. Lea aquí: Así es la enfermedad por la que Totó la Momposina se retiró de los escenarios.

Totó se despidió de los escenarios, pero no cuenta con ningún salario ni con ninguna protección social que le permita sobrevivir en Colombia. Lo mismo ocurre con Petrona Martínez (1939), quien, luego de sufrir una isquemia, perdió la voz para seguir cantando. Es dramático saber que dos de las más grandes cantadoras del país ya no volverán a cantar en los escenarios.

En el caso de Totó, su hijo y nietos continuarán su legado salvaguardando su tesoro musical con el nombre Los tambores de Totó, liderados por su hijo Marco Vinicio, un extraordinario percusionista que ha estado junto a su madre en su grupo desde que era casi un niño. En el caso de Petrona Martínez, sus hijas, que tienen un timbre similar al de Petrona, han creado Los herederos de Petrona, que perpetúan la herencia musical de sus cantos ancestrales. El país conoció el drama de Petrona al salir desterrada de Palenquito hacia Arjona. La Gobernación de Bolívar entregó una casa a la artista que, luego de ser habitada por Petrona Martínez, descubrió que tenía problemas de estructura. Cada día aparecía una nueva grieta en la casa. Finalmente, Petrona encontró una casa en el barrio La Paz de Arjona. Años atrás, conocimos del drama de Etelvina Maldonado (1935-2010), clamando por una casa, que recibió poco antes de fallecer.

Es el drama vivido por Estefanía Caicedo, Irene Martínez, Emilia Herrera, Etelvina Maldonado, entre otras.

Igual o peor destino han vivido otras cantadoras como Irene Martínez (Gamero, 1923- 1993) o Emilia Herrera (Evitar, 1932-1993), que aportaron a la música tradicional del Caribe colombiano y murieron en la pobreza. Los gestores y creadores sobreviven no gracias a una política cultural en la región o el país, sino gracias a la solidaridad de sus amigos y familiares. Más allá de cualquier reclamación proteccionista o de subvención estatal, habría que repensar formas eficaces de protección de artistas mayores, para que no queden en la orfandad social y en la incertidumbre a la hora de sufrir quebrantos de salud. Totó y Petrona son dos patrimonios vivientes. La música de estas grandes artistas sigue sonando y haciendo felices al país y al mundo.

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