Ante representantes de la industria de hidrocarburos del país y de firmas multinacionales, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, reafirmó que la ruta de la transición energética tendrá cuatro principios básicos; al tiempo que anunció que se avanza en “desembotellar” varios de los 35 proyectos de exploración que están suspendidos, anuncios que distensionan el discurso frente al futuro de las exploraciones petroleras en el país y deja optimistas a los gremios del sector.
“Estamos en la ruta de la transición energética. Es un proceso de planeación participativa que nos hemos propuesto para los próximos seis meses, el cual consiste en seguir unos principios que son cruciales en la transición energética justa, justa porque no solo se trata de una transición de tecnologías, sino una oportunidad de transformar un modelo social y económico que en nuestro país se ha demostrado, hasta la fecha, que ha sido profundamente injusto, razón por la cual también tenemos más de 6 décadas de conflicto interno armado”, precisó la ministra.
Agregó que “La transición consiste en transformar las tecnologías, asegurar el cumplimiento de la reducción de gases de infecto invernadero, asegurar que tenemos una reindustrialización, pensar en la descarbonización de las industrias, y asegurar que tenemos principios de democracia que hacen parte de la política del Gobierno y de transformación de país”.
El presidente de Campetrol, Nelson Castañeda, señaló: “Estamos convencidos que somos parte de la solución. El mensaje a la ministra y a la Cumbre del Petróleo, Gas y Energía es que somos conscientes de que con la riqueza que se genera la producción de 750 mil barriles de petróleo y más de 1.000 millones de pies cúbicos de gas mensual, los impuestos y las regalías, los encadenamientos productivos que se generan en el territorio se ven beneficiados si a esta industria le va bien y somos optimistas de que sigamos creciendo y generando riqueza”.
1- Equidad en la generación y distribución de la energía: Invitando a otros actores que hagan parte de ese proceso de producción y consumo de la energía. Nos interesa propiciar las alianzas público-privadas y privados-populares, para que las comunidades perciban de manera directa esos beneficios que la industria genera. Es pasar de un modelo de redistribución de regalías a un modelo predistributivo, dijo la funcionaria.
2- Transición energética gradual y con soberanía: Colombia produce gas y petróleo y lo exporta, pero también importa esos productos. Es importante seguir mejorando la gestión de los recursos y de los contratos para optimizar la productividad en el sector de los hidrocarburos.
3- Transición energética vinculante y participativa. Esto es crucial. Las comunidades tienen una voz sobre las decisiones que se tomen en sus territorios.
4- Transición energética intensiva en conocimiento: para lo cual invitó a los profesionales, a los académicos, a los gremios y a las comunidades a aportar sus conocimientos.
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