Home


Dolor de espalda: ¿Cómo reducir el riesgo de sufrirlo?

Es uno de los padecimientos que más afecta a las personas en el mundo. ¿Qué lo causa y qué hacer para evitarlo?

Se estima que el dolor de espalda es uno de los padecimientos muscoesqueléticos que más nos afectan, tanto a niños, jóvenes y adultos. Según destaca Medline Plus, este es uno de los problemas médicos más comunes que padece ocho de cada diez personas. Incluso, la Organización Mundial de la Salud clasifica al dolor lumbar como una de las principales causas de vivir con discapacidad en todo el mundo. Se estima que “puede variar desde un dolor sordo, constante, hasta un dolor súbito e intenso”. Así, el dolor de espalda que suele ser agudo aparece repentinamente y suele durar algunos días o semanas. Sin embargo, el dolor de espalda se convierte en crónico cuando dura más de tres meses. Las causas son diversas así como los tratamientos para menguar el dolor. “Puede incluir compresas frías o calientes, ejercicio, medicamentos, inyecciones, tratamientos complementarios y, a veces, cirugía”, señala Medline Plus. Además, apunta, la mayoría de los dolores de espalda desaparecen espontáneamente, aunque pueden demorar algún tiempo. Los analgésicos de venta libre y el reposo pueden ayudar. ‘My health finder’, que agremia recomendaciones de organismos de salud estadounidenses, señala que “una de las mejores formas de prevenir el dolor es mantener fuertes los músculos de la espalda”. Por su parte, Mayo Clinic ha realizado algunas recomendaciones para prevenir el dolor de espalda.

1. Haz ejercicio. La práctica regular de actividades aeróbicas de bajo impacto (aquellas que no producen presión ni sacuden tu espalda) puede mejorar la fuerza y la resistencia de tu espalda y permite que tus músculos funcionen mejor. Caminar y nadar son buenas opciones. Habla con tu médico sobre las actividades que puedes probar.

2 .Desarrolla la fortaleza y flexibilidad muscular. Los ejercicios para los músculos del abdomen y de la espalda, que fortalecen la zona media del cuerpo, ayudan a desarrollar estos músculos para que funcionen como una faja natural para tu espalda. La flexibilidad en tus caderas y en la parte superior de tus piernas alinea tus huesos pélvicos para mejorar la sensación en tu espalda. El médico o el terapeuta físico puede decirte cuáles son los ejercicios adecuados para ti.

3 .Mantén un peso saludable. El sobrepeso ejerce presión sobre los músculos de la espalda. Si tienes sobrepeso, adelgazar puede prevenir el dolor de espalda.

4. Mantén una postura erguida. No te encorves. Conserva una posición pélvica neutral. Si debes permanecer parado durante mucho tiempo, pon un pie sobre un reposapiés bajo para quitar un poco de peso de la zona inferior de tu espalda. Alterna los pies. Una buena postura puede reducir el estrés en los músculos de la espalda.

5. Siéntate erguido. Elige un asiento que tenga un buen apoyo para la espalda, apoyabrazos y una base giratoria. Colocar un almohadón o una toalla enrollada en la zona lumbar de tu espalda puede conservar su curva normal. Pon tus rodillas y caderas al mismo nivel. Cambia tu posición con frecuencia, como mínimo cada media hora.

6. Levántate erguido. En lo posible, evita levantar cosas pesadas, pero si debes hacerlo, deja que tus piernas hagan el trabajo. Pon tu espalda recta (sin torsión) y dobla solamente las rodillas. Coloca el objeto cerca del cuerpo. Busca una persona que te ayuden a levantar el objeto si este es pesado o incómodo.

Además ten cuidado con...

“Debido a que el dolor de espalda es tan común, varios productos prometen la prevención o el alivio. Sin embargo, no existen pruebas que demuestren que el uso de zapatos especiales, plantillas, soportes para la espalda, muebles diseñados especialmente o programas de control del estrés puedan ser útiles. Además, no parece existir un tipo de colchón que sea mejor para las personas con dolor de espalda”, indica Mayo Clinic.

Posibles causas

Un accidente, una caída, por levantar objetos pesados, por cambios que ocurren en la columna a medida que envejece, por posturas o movimientos relacionados con el entorno laboral, un trastorno o una afección de salud, como por ejemplo la escoliosis.

Ve al médico si:

- El dolor es intenso y no mejora con el descanso.

- Se extiende a una o ambas piernas, especialmente si el dolor se extiende debajo de la rodilla.

- Provoca debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas.

- Está acompañado de pérdida de peso inexplicable.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS