“Te voy a tirar suave, por ahora, Gloria; pero, si sigues enviando a tu perro calanchín a que siga atacando a mis funcionarios se va a armar la guerra. Quedas advertida. Si él sigue haciendo sus actitudes arbitrarias vamos a tener una guerra”. Esas fueron las palabras del alcalde William Dau al opinar sobre el regreso de Gloria Estrada al Concejo.
(Lea: Reacción de Dau y procesos judiciales tras la libertad de Gloria Estrada)
Tras la libertad de Estrada, mientras se siguen investigando los hechos por los que fue capturada por presunto porte y tráfico de estupefacientes, hubo muchas reacciones en la ciudad, debido a que se supone que todo se trató de un complot político y criminal en contra de la concejala.
El alcalde de Cartagena con sus términos caninos se refirió al contralor distrital, Rafael Castillo Fortich, del que siempre ha recalcado que es un aliado de Gloria Estrada. Algo que el jefe del ente de control siempre ha negado y desestimado que sea un alfil con la orden de “atacar a los funcionarios distritales”.
La diagonal
Por su parte, Gloria Estrada invitó a la calma y a la cordialidad. “La ciudad no está para la guerra, Cartagena necesita que nos unamos para sacarla adelante. No quiero polemizar, no es el momento de cazar peleas, no es el momento de enfrentamientos entra la dirigencia local. No es momento para atrincherarse en una batalla campal entre el alcalde y los concejales.
Sin embargo, un oficio firmado por el contralor Rafael Castillo Fortich pidiendo la suspensión de Johana Bueno, directora del Dadis, es probable que sea tomado como una diagonal que busca tumbar a una de las fichas más cercanas del alcalde Dau.
Johana Bueno, directora del DADIS.
La Contraloría investiga una presunta afectación al patrimonio de la ciudad, específicamente en la contratación y compra de pruebas rápidas para coronavirus a empresas privadas, las cuales habrían sido pagadas con un valor superior al que tienen en el mercado.
El proceso comenzó con la denuncia del ciudadano Álvaro Ganem Issa, quien radicó a través de la página web de la Contraloría la serie de presuntas irregularidades.
La compra tuvo un valor total de 1098 millones de pesos. Además, según las directrices del Ministerio de Salud, ese tipo de pruebas iban dirigidas a la población pobre no asegurada, y, según indica la Contraloría Distrital, se las pusieron a personal de salud, administrativo, aseo y vigilancia que tenían EPS. “Se las dieron a personas que no correspondían, algo que debía ser costeado por el empleador o contratante a través de las ARL, y luego las EPS recobraban y se quedaban con esa plata”, precisa una fuente en el ente de control fiscal explicando el porqué del presunto detrimento patrimonial.
En consecuencia, el director de Responsabilidad Fiscal y Acciones Judiciales de la Contraloría solicitó la suspensión inmediata de la funcionaria.
Los hechos motivaron en el pasado cuestionamientos de la Procuraduría. Así las cosas, el oficio que llegará hoy al Palacio de la Aduana pidiendo la suspensión de la directora del DADIS puede convertirse en un florero de Llorente en una fracturada relación entre el Distrito y la Contraloría de Cartagena.
Otras suspensiones
No sería la primera vez. Como una persecución política definió William Dau la suspensión de Diana Martínez Berrocal en diciembre de 2020 por parte de la Contraloría. La funcionaria se desempeñaba como secretaria general del Distrito
La solicitud del ente de control fue resultado del proceso fiscal por el contrato de OPS a Cynthia Pérez Amador, exprimera dama, por supuestas irregularidades que aún son motivo de estudio y que no han sido juzgadas. Martínez Berrocal, quien fue garante de ese contrato, tras ser ratificada la suspensión fue vinculada como asesora de despacho en la Alcaldía.
Comentarios ()