El técnico cartagenero es uno de los entrenadores con mayor estabilidad en el fútbol profesional colombiano de los últimos años.
Rechazó dirigir a la Selección Colombia de menores para continuar con su proceso de crecimiento en clubes del rentado nacional y cree fue una buena elección.
También sufrió las duras consecuencias de la pandemia del COVID-19, que lo tuvo grave en una UCI. Pero sobrevivió y ahora sigue escribiendo historia como el técnico más ganador del fútbol bolivarense.
Es considerado el amigo de todos porque a pesar de su crecimiento profesional, conserva las amistades de toda la vida. Esta es su historia.
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