El inicio de obras de la Protección Costera de Cartagena parece despejarse con la luz verde que el Tránsito Distrital le dio, la semana pasada, al Plan de Manejo de Tráfico (PMT). La roca llegará a la zona de playas, entre El Laguito y el Centro Histórico, por la Avenida Santander.
El Consorcio Proplaya debe construir seis espolones, un rompeolas al frente de la ciudad amurallada y una protección marginal entre una zona aledaña a Seguros Bolívar y la curva Santo Domingo. Toda esta infraestructura es clave dentro de un conjunto de acciones contra el cambio climático.
Pese a la buena nueva, el proyecto enfrenta desde ya tres desafíos. El primero se da por la fecha de inicio, anunciada por la Alcaldía y Gestión del Riesgo, responsables del macroproyecto, para mediados de diciembre; es decir, en plena temporada turística, esperada con ansias por los gremios locales, después de un 2020 en rojo por la pandemia.
El segundo desafío se da por el inevitable desgaste de la malla vial local, pues el PMT aprobado contempla el uso de la Ruta 90A y la Avenida Santander para transportar hacia Bocagrande la roca desde las canteras, ubicadas entre Turbaco y Santa Rosa.
Ambos hechos son previsibles porque este macroproyecto contempla volquetas saliendo de las canteras cada 30 minutos, entre las seis de la mañana y las seis de la tarde, de lunes a sábado, durante al menos todo el 2022. Las llantas de los vehículos actúan en el asfalto como lijas, que con el tiempo terminan deteriorándolas. Entre más pesados los vehículos, mayor será la presión y por tanto su desgaste ocurrirá en menor tiempo.
A eso se suma la alerta que lanzó el expresidente de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar (SIAB), Alfredo Pineda Corena, por el uso del Túnel Vial de Crespo. En carta a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) solicitó realizar estudios estructurales para garantizar que las filtraciones de agua de mar y daños en la placa de pavimento de esa infraestructura no se acentúen con el paso frecuente de volquetas.
El tercer desafío se da por la movilidad. El proyecto impactará, particularmente, los ocho cruces de vehículos que tiene habilitados la Santander, entre Seguros Bolívar y Marbella Real. Adicional a eso, las tractomulas y volquetas no podrán girar con facilidad en los dos puntos de acopio sobre esa avenida ni en el Parque de La Mariamulata, para reiniciar su recorrido hacia las canteras.
Con todos estos desafíos anunciados será clave que el contratista y la Alcaldía trabajen arduamente para reducirles, al máximo, los traumatismos a los cartageneros por una obra que el litoral clama con urgencia y hace años debió construirse.
*Cofundadora de La Contratopedia Caribe.
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