En el año 2000, más de 300 familias del corregimiento de Mampuján, en jurisdicción del municipio de Marialabaja, fueron víctimas de uno de los desplazamientos más crueles del Caribe colombiano. El 10 de marzo de ese año, paramilitares irrumpieron en la comunidad y con amenazas obligaron a sus pobladores a abandonar el territorio.
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Las heridas que dejó ese hecho tardaron largos años en sanar. Pero un grupo de mujeres, a través del tejido de tela sobre tela, pudieron dar las puntadas que hoy les permiten recordar sin dolor.
La labor de las tejedoras de Mampuján, que mediante tapices pudieron canalizar los traumas que les dejó el desplazamiento, fue reconocida con el Premio Nacional de Paz en el año 2015. Y ahora también será exhibida en el nuevo museo de Mampuján, el cual se construye en el kilómetro 20 de la vía que de Cartagena conduce a San Onofre, a la altura del municipio de Marialabaja.
Según la Gobernación de Bolívar, el contrato de obra tiene un valor de $9.829 millones y el de interventoría de $689 millones, para una inversión total de $10.518 millones. La construcción comenzó en febrero y actualmente el proyecto tiene un avance del 30%. Se espera que la obra pueda ser entregada a finales de diciembre de este año.
El nombre oficial que llevará el museo aún no se ha definido, aunque está sobre la mesa que esté relacionado con las víctimas, la memoria y la reconciliación.
“El museo contará con salas de exposiciones, espacios de lectura, plazoleta para eventos culturales, cafetería, baterías de baño, auditorio, zona administrativa y parqueaderos. El objetivo es construir un espacio para la memoria de las víctimas en el que se podrá exhibir, mediante obras artísticas, el sentir y las memorias de esta comunidad”, indicó la Gobernación de Bolívar.
Juana Ruiz, líder social y representante de la Asociación de Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Mampuján, indicó que el museo lo han venido solicitando desde hace tiempo como una medida de reparación simbólica.
“Lo hemos gestionado y lo hemos luchado, por eso recibimos este proyecto con gran felicidad, expectativa y esperanza de que esta no solo sea una medida de reparación, sino que se constituya en una fuente de ingresos importante para muchas familias de nuestra comunidad, y en particular de las tejedoras de Mampuján”, dijo Ruiz.
La lideresa aspira que a que sean las tejedoras quienes manejen el museo administrativamente en convenio con la Gobernación de Bolívar, la Alcaldía de Marialabaja, el Museo Nacional de Colombia y todos los que hacen parte de este proyecto.
“Aspiramos a que las personas, al ingresar, puedan encontrar en las primeras salas de exposición los tapices que contienen las historias dolorosas de lo que pasó en los Montes de María y en Mampuján: los desplazamientos, las masacres, los despojos de tierras, los abusos sexuales, entre otras afectaciones. Al pasar a la segunda sala van a encontrar una serie de elementos que contarán cómo estaba estructurada la comunidad y, posteriormente, cómo concebimos el perdón, la reconciliación, la sanidad y el duelo”, explicó Ruiz.

La idea es que los visitantes puedan salir por la tienda del museo y allí adquieran los elementos artesanales elaborados por la comunidad. Así mismo, se ofrecerán servicios de masoterapia, aromaterapia y musicoterapia.
“Queremos que las personas que hayan pasado por situaciones duras puedan tener, al igual que nosotras, una especie de sanidad y mitigación de su dolor”, agregó la tejedora.
Por último, en el museo también quieren ofrecer una experiencia gastronómica a base de coco, fritos, sopas, arroces, galletas y otras recetas propias de la comunidad. Y para quienes lo deseen, brindar capacitaciones y cursos en vivo sobre cómo se elaboran estas comidas autóctonas.
Las tejedoras ven en el museo una oportunidad para poder mostrar en la región los tapices que hoy están en el Museo Nacional de Colombia y también como una manera de pensar en la reparación no solo en el ámbito de las indemnizaciones económicas, sino también de la cultura, de la cual hace parte lo humano y por supuesto también dignifica a las víctimas.