El sector La Isla de San Cayetano, corregimiento del municipio San Juan Nepomuceno, está ubicado entre dos arroyos: el arroyo Toro y el arroyo Naranjal.
Para poder acceder a este sector la comunidad debe cruzar los arroyos a través de una tabla que de forma improvisada fue ubicada allí para garantizar el paso de niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que viven en esa zona.
Video: El sector de San Cayetano que viven incomunicado entre dos arroyos
Es así que día a día pueden entrar y salir de la comunidad, pero la situación se complica cada vez que hay un aguacero y los arroyos crecen. En ese caso no hay tabla que aguante y las personas se ven obligadas a esperar que baje la corriente para poder acceder o salir de sus vivendas. Algunos, con más prisa, asumen el riesgo de tirarse a la corriente y cruzar así.

“Cuando los arroyos crecen esto se vuelve de alto riesgo, aquí tenemos niños pequeños y a veces se nos hace bastante difícil salir con ellos si se llegan a enfermar ya que no tenemos por donde cruzar y si nos tiramos a los arroyos así nos puede llevar la creciente”, explica Érica Barrios, habitante del sector.
Érica recuerda que el pasado 27 de julio hubo un aguacero en el que incluso ambos arroyos amenazaron con unirse.
“La última vez que crecieron los arroyos llegaron hasta el patio, si hubiesen coincidido esto desaparece”, aseguró.

Berkis Besabe, otra de las habitantes del sector afirma que cuando los arroyos crecen ni siquiera pueden salir a la tienda y los niños no pueden cruzar para ir al colegio. Una vez escampa, son varias horas las que tienen que esperar mientras baja la corriente.
“No tenemos puentes, no tenemos nada, a veces cuando los arroyos están crecidos no nos da tiempo de comprar comida, necesitamos que nos atiendan porque quedamos completamente incomunicados”, manifestó.
Julia Patricia Cañate, por su parte, manifiesta que ya son 15 años los que lleva viviendo en el sector con la misma problemática y no ha visto soluciones.
“Para solucionar esta situación pedimos que nos hagan un puente por el que podamos cruzar cuando llueva o que nos hagan una reubicación”, propuso.
Rigoberto Salcedo, otro de los moradores, afirmó que la creciente de los arroyos también está provocando erosiones en los patios de varias viviendas.
“Ya los patios se están quedando al mínimo y esto pone en riesgo a las casas porque se pueden caer”, precisó Salcedo.
Puente o reubicación
Ambas alternativas son viables para la comunidad, pero hasta el momento no han escuchado nada sobre posibles soluciones a su problemática con los arroyos.
“Pedimos que nos habiliten un puente hasta que se pueda dar la reubicación. También pedimos, en medio de estos fenómenos climáticos, una seguridad alimentaria, brigadas de salud y si es posible unas charlas psicosociales porque muchos hemos quedado asustados con la última creciente que hubo aquí”, expresó Salcedo.
El habitante aseguró que a largo plazo la reubicación es necesaria porque eventualmente los dos arroyos se pueden unir y las casas pueden anegarse dejando a las familias damnificadas.