Salud


Sarampión, de un virus milenario que no desaparece

Aún persisten brotes de esta antigua enfermedad, que afortunadamente se evita a través de la vacunación. ¡No dejemos que hayan más casos!

IVIS MARTÍNEZ PIMIENTA

18 de agosto de 2020 12:00 AM

Parece que cuando habláramos de sarampión nos refiriéramos a una enfermedad que de ninguna manera podría presentarse en nuestro entorno, pero lo cierto es que desde 2018 han venido apareciendo casos y ha aumentado su transmisión.

¿Por qué deberíamos estar alerta? porque es de las enfermedades más contagiosas que existen. Investigaciones señalan que entra por vía aérea y poco a poco se disemina por el organismo, produciendo la infección de distintos órganos como el bazo, piel, conjuntiva, riñón, pulmón, tracto gastrointestinal, mucosa respiratoria, mucosa genital e hígado. El virus que lo produce es el Paramyxoviridae, del género Morbilliviru.

Reporta el Instituto Nacional de Salud, que desde 2018 y hasta el 16 de enero de 2020, se habían confirmado 452 pacientes con sarampión y habían más de 68 casos casos sospechosos a la semana epidemiológica 2 del presente año.

Expertos dicen que puede llegar a ser más peligrosa en los adultos mayores. Aunque son muy pocos los casos que se complican, un sarampión que no sea bien cuidado puede terminar en neumonía, daños cerebrales, sordera y hasta la muerte.

Cuéntele a todos que la vacunación es necesaria

Desde mediados del siglo pasado se descubrió la vacuna para el sarampión.

Antes de eso, se presentaban brotes que provocaban millones de muertes en todo el mundo.

En Colombia, el esquema de vacunas se compone de dos dosis: la primera debe ser aplicada al cumplir el primer año y la segunda a los cinco años. Es vital revisar el carné de vacunación de los niños para asegurarse de que esté al día.

“En Colombia, tenemos un muy buen sistema de vacunación y vigilancia que evita la aparición de brotes de sarampión. De hecho, los casos que se han presentado en las últimas décadas son importados”, afirma la doctora y experta en vacunación Carolina Villaba.

Sus síntomas

Si usted no ha vacunado a sus pequeños y nota estos síntomas esté atento:

Fiebre alta mayor a 38.5 grados con duración entre 4 y 7 días.

Pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.

Tos, secreción nasal o moqueo.

Conjuntivitis, ojos llorosos y rojos.

Erupción o brote que inicia en la cabeza y desciende a todo el cuerpo.

También se acompaña de inflamación de ganglios detrás de las orejas.

En el caso de los adultos, es importante que sepan si en su niñez o juventud sufrieron la enfermedad o les aplicaron las vacunas.

El origen del sarampión

Según el investigador Guillermo Restrepo, esta enfermedad empezó a describirse desde el siglo VII, con apuntes del médico hebreo Allyehudi y posteriormente del médico persa, Rhazes, en el siglo X, quien lo llamó “erupción”.

Se dice que antes de que se conocieran estos datos, el comercio entre poblaciones en el Centro de Europa, China, la India y Medio Oriente promovió los contagios masivos y las primeras pandemias de sarampión.

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