La sal es uno de los productos que nunca faltan en la despensa y uno de los más recurrentes al condimentar las comidas. Además, según la Organización Mundial de la Salud, es la principal fuente alimentaria de sodio, pero puede ser sustituida por otros productos naturales.
A pesar de que lo recomendado por la OMS es el consumo de menos de 5 gramos de sal al día, gran parte de la población duplica este dato y llega a ingerir entre 9 y 12 gramos diarios de sal.
El ajo en polvo, picado o asado es una alternativa a la sal, su sabor deja un gusto a las comidas sin necesidad de usarla.
La cebolla es uno de los alimentos más utilizados en cocina y, aunque muy pocos lo saben, es una opción saludable como sustituto de la sal.
La salsa de soja es un sazonador que sustituye por completo la sal, con un pequeño chorro basta para darle un toque de sabor a los platos sin necesidad de utilizar sal.
Las hierbas aromáticas o especias contribuyen a darle otro toque a las comidas. El orégano es un buen sustituto en pastas y algunas carnes, mientras que el tomillo es perfecto para pescados, verduras y para vinagretas. El cilantro y el perejil son hierbas con olores mucho más frescos que dan un buen sabor a las comidas.
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