Dylan David Díaz Tobías está vivo de milagro y él lo sabe, por eso aprovecha cada momento. El patrullero de la Policía Nacional estuvo cerca de la muerte cuando se encontraba de guardia en la estación de Hatillo de Loba, en el sur de Bolívar, y un sicario se le acercó y le disparó a él y a un compañero. Le puede interesar: Así sicario mató de 3 balazos a John Carlos cuando caminaba con un amigo
Ese día, el 25 de abril de 2022, fue la primera vez que el patrullero disparó contra alguien en defensa propia. Su afinada puntería le permitió salvar su vida y evitar que remataran a su compañero. Eran las 11:30 de la noche.
Recuerda que había poca luz y que su amigo, ensangrentado en el suelo, le pedía que no lo dejara morir. También recuerda cuando el sicario herido intentaba huir con la ayuda de tres hombres motorizados que también dispararon a la estación.

Díaz cuenta que llevó a su compañero de turno a la clínica en una patrulla con las llantas reventadas por balazos. Luego subieron a una ambulancia acuática hasta El Banco, Magdalena, en donde lograron salvarle la vida.
Buena obra
La vida le enseñó muchas cosas a Dylan esa noche ya que también supo que el sicario que casi los mata fue encontrado agonizando en una carretera: sus compinches lo abandonaron al ver que no cumplió con la misión de asesinar a los policías del sitio. También porque estaba herido, pero lo paradójico es que fueron justamente policías los que le salvaron su vida.
Hanner Navarro Bastidas, el patrullero que por poco muere esa noche, no tiene palabras para agradecerle a Dylan su valiente acción. Esa valerosa acción le permitió ser condecorado, pero Dylan piensa que la mayor condecoración viene de Dios.
Todo esto ocurrió en el marco del llamado ‘Plan pistola’, orquestado por el Clan del Golfo como represalia a la captura y extraditación de su jefe, alias ‘Otoniel’. Durante ese tiempo, muchos policías murieron en el país a manos de la organización criminal.
El patrullero Díaz nació en Yatí, un pequeño pueblo del sur de Bolívar. Allí vivió su niñez y adolescencia, en medio de muchas necesidades, pero con la firme esperanza de terminar su ciclo escolar e incorporarse a las filas de la Policía.

Cuando niño, se enteró que su padre siempre quiso pertenecer al Ejército Nacional, pero ese deseo no pudo cumplirlo por ser hijo único, pues su abuela, la mamá de su papá, no lo dejó enfilarse.
Dylan, quien además es percusionista, amante de la salsa y el vallenato, es el segundo de tres hermanos y el orgullo de la familia. Está casado y producto de esa unión nació Dominic, la niña de sus ojos.